20/06/15 .- Las drogas pueden afectar directa e indirectamente a cualquier persona de nuestro entorno, de hecho, adultos o padres pueden convertirse en adictos; no obstante, especialistas aseguran que la etapa proclive al consumo de estupefacientes es en la adolescencia, así lo aseguró la comisionada de la Alcaldía Metropolitana y trabajadora social, Mary Mogollón.
Cabe destacar que el principal motivo que impulsa a un muchacho a que se vincule con sustancias ilícitas es la curiosidad. “Por ejemplo, el éxtasis es una pastillita chiquita que aparentemente no hace nada y engañan al muchacho, convenciéndolo de que con eso no le va a dar sueño o no va a sentirse cansado”.
Asimismo, reconoció que la persona que la ingiere se desinhibe y baila toda la noche; sin embargo, advirtió que “no todos los organismos reaccionan igual, hay quienes se desmayan”.
En consecuencia, expuso que cuando la droga es consumida de manera recreativa, por ejemplo, cada vez que la persona va a una fiesta, desarrollará una especie de tolerancia que hace que se dé paso a la fase de adicción.
“Lo normal es que esto suceda a los 14 o 15 años, pero hemos detectado que la edad ha disminuido, hasta niños de 9 años que están expuestos al cigarro y a las bebidas alcohólicas, es lo que determinamos como bebidas porteras, porque abren la puertas a substancias más fuertes”.
Por tanto, destacó que ellos tienen entendido que luego de que el individuo pasa la barrera de los 23 años es altamente probable que no consuma. “Esto se debe a que ya se ha pasado la adolescencia y la persona tiene cierta madurez”.
Entonces, detalló que se presentan casos de adultos que comienzan a ganar buen dinero en su actividad laboral y se involucran con gente que usualmente no frecuentan.
Paralelamente, sostuvo que los adolescentes consumidores están impulsados por problemas emocionales, en ciertos casos, por empezar a frecuentar a personas que no pertenecen a su circulo amistoso. “Los factores de protección hay que aplicarlos desde la niñez, así cuando sea adulto esté menos vulnerable de que le suceda”.
Por consiguiente, indicó que el problema no es solamente uso de drogas, sino el tráfico, porque con esa actividad se perjudica a la sociedad. “Los daños se presentan de acuerdo al radio de acción en matines, en las comunidades y en sitios de trabajo”
Debido a esto, explicó que actualmente ofrecen charlas a los profesores a fin de que puedan estar atentos y activos en el proceso de prevención. “Es importante que los padres sepan cómo actuar ante esta situación y no lo tomen como una tragedia”.
Por lo tanto, aseguró que si la adicción se diagnostica a tiempo, el muchacho puede salir rápidamente del problema, resaltó que actualmente no hay muchos centros especializados en este asunto y en la desintoxicación.
La conciencia sobre las drogas se construye con el tiempo
Los padres no se deben limitar a advertirle a los hijos sobre el cuidado que deben tener, sino explicarles que “quizás el consumo de la primera vez no les haga daño, pero que luego se pueden convertir en adictos”.
“Lo que pasa con los jóvenes es que tienen el sentido del peligro lejos, generalmente ellos creen que las cosas les pasan a los otros y a ellos no, porque se saben cuidar”. Recomendó que los individuos deben estar alertas en cuanto a donde dejan los vasos y quién les prepara los tragos en una fiesta.
Además, puntualizó que a los jóvenes se les pueden colocar los ejemplos de aquellas figuras representativas de la música y la actuación que han estado involucrados con estas para que entiendan lo que le puede pasar.
De igual forma, respecto al comercio narcótico, resaltó que muchos muchachos creen que pasar de un país a otro, con los dediles dentro del organismos, las autoridades no se van a dar cuenta. “Quizás la primera vez nadie lo note, pero probablemente la segunda vez sí”.
En cuanto a este punto, las señales que pueden demostrar que un individuo esté consumiendo, señaló que hay ciertos indicios que son fundamentales seguir, como lo es el desinterés de ir a la escuela o universidad, así como el abandono por el cuidado personal.
Igualmente, argumentó que “hay cambios en los hábitos alimenticios y en el sueño, usualmente dejan de dormir en las noches y dejan de reunirse con la familia”.
Del mismo modo, indicó que es evidente la contextura, pues dependiendo de la droga, la persona puede subir o bajar de peso. “Por ejemplo los consumidores de piedra y de heroína tienden a adelgazar, de tal manera que se le ven los pómulos, aquellos que consumen marihuana, usualmente suben su peso, pues entre los efectos, esta produce el hambre”.
Por lo tanto, los adultos poseen una “rutina distinta a la de los adolescentes, porque entienden que deben seguir trabajando para adquirirla, se vuelven consumidores funcionales, usualmente están graduados y hasta pueden tener una familia”.
Inclusive, aclaró que hay sectores labores que son nichos, como lo son los vigilantes, que pasan la noche en un edificio solos. “Las sustancias lo mantienen despierto y activo”. También, se han acercado a cadenas de comida rápida que emplean a muchos muchachos jóvenes.
Cabe destacar que organizaciones del estado Miranda, han dicho presente en la lucha contra las sustancias ilícitas, tal es el caso del Instituto Regional de la Mujer, que en el marco de la lucha contra el uso indebido y el tráfico Ilícito, de drogas, han desarrollando distintas actividades, como foros en beneficio de la mujer, tomando el lema: “ Dile sí a la vida y dale la espalda a la Drogas”.
Finalmente, por su parte Deliana Torres, directora del organismo, señaló que es fundamental mostrar la realidad en los distintos escenarios, como lo son los institutos educativos y las cárceles de mujeres para promover el empoderamiento de las mirandinas.
Por:Skarlet Nieto / Foto: Fanny Romero