Pedro Macías se crece ante la adversidad
El infortunio ha estado rondando la vida de Pedro Macías, un hombre de 62 años de edad, que desde mediados de junio 2025 pasa sus días y noches a la intemperie en los alrededores del Hospital Victorino Santaella, en Los Teques.
Sumido a una silla de ruedas, por causa de una Esclerosis Lateral Amiotrófica (enfermedad neurodegenerativa progresiva que destruye las neuronas motoras en el cerebro y la médula espinal), concedió una entrevista a Avance para narrar parte de su historia y con ello solicitar una mano amiga a quienes puedan brindarle apoyo en torno a algún refugio donde pueda tener mejor calidad de vida.
“Fui diagnosticado en enero 2024, para entonces yo estaba en Colombia, probando suerte como lo hacen tantos otros venezolanos. Acá dejé a una pareja, cuya relación culminó. Al yo regresar del hermano país hace cuatro meses, me hallé en Los Teques sin un lugar a donde ir. Por eso vivo en la calle, por los quioscos del hospital donde duermo y me aseo”, aseveró.
A través de la oración y también cargado de muy buena actitud se resiste a que la parálisis lo invada por completo. Pasa el día apoyando a algunos comerciantes, haciendo favores y con ello se ha ganado el cariño de mucha gente, inclusive de los familiares de los pacientes del referido centro de salud; quienes eventualmente le colaboran con comida o algún aporte económico.
Un hombre productivo
Actualmente, aspira encontrar algún espacio seguro en el que pueda vivir, ya que donde está ha sido objeto de varios atracos, por lo que no puede ni vender caramelos. Sus dos hijos hicieron camino aparte, mantienen poco o nulo contacto con Pedro. “En mi condición no puedo trabajar en cualquier cosa, pero soy muy útil, hasta como vigilante sirvo. Estoy en capacidad de dictar cursos de cocina porque me gradué como chef en Colombia, adquirí conocimientos de gastronomía peruana y ecuatoriana. Donde me den un ladito, sea casa de reposo para abuelos o con algún buen samaritano, estoy dispuesto a aportar”, dijo en medio de una nostálgica sonrisa.








