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“Ahora todos tenemos que andar a pie”

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Familias tequeñas hacen de todo para poder adquirir un carro. Aunque algunos concesionarios permiten que los clientes se anoten en listas de espera, pasan meses y años y no reciben la anhelada llamada del vendedor.

Las salas de exhibición están vacías, los gerentes miran al infinito, piensan en la inmortalidad del cangrejo, juegan con el teléfono, navegan en internet y conversan entre ellos. En fin, tienen mucho tiempo libre porque no hay nada que ofrecer.

Aunque la falta de automóviles es una realidad general, hay concesionarios que tienen situaciones peores que otros. Visitando algunos establecimientos de la zona industrial de Los Teques se pudo constar la grave falla en la distribución de carros, camionetas e incluso camiones.

¨Desde hace un año no nos llega nada¨

Una promotora de esta ventas de la Volkswagen, que no quiso revelar su identidad, aseguró que el último carro se lo llevaron el 25 de abril del año pasado, explicó que la empresa decidió no trabajar con lista de espera porque la esperanza de que le llegara cualquier producto era casi inexistente.

“Nunca tuvimos una lista de espera, si alguien llamaba y había carro se lo llevaba, el problema era que la gente presionaba demasiado porque no llegaban, entonces si lo anotábamos en una lista de espera la situación iba a ser peor”, acotó la empleada.

Debido a la baja producción se tomó la decisión de prescindir de los servicios de varios empleados. Esta empresa despidió a un total de 7 empleados, la agente de ventas señaló que el único servicio que está funcionando es el taller mecánico y no en su totalidad por la escasez de repuestos para reparar cajas y motores.

Una esperanza que se apaga

La planta en la que ensamblan los vehículos Mitsubishi cerrará el 15 de este mes, así lo informó, un empleado de la empresa que no quiso decir su nombre. La clausura se debe a que no hay partes y piezas para ensamblar. “En Venezuela no se produce nada, todo lo traemos del exterior, como el estado no nos aprueba la cantidad de dólares necesarios para traer las partes y piezas no tenemos carros que armas”, añadió.

Explicó que otro problema se presenta cuando el gobierno comunica que las divisas están aprobadas, pero no terminan de aprobar los recursos. “Hasta que el gobierno no abona en el exterior no se puede comenzar a operar, eso puede tardar hasta 5 meses”.

Como en los otros concesionarios, también se ha reducido personal, primero se despiden a los vendedores, luego al personal administrativo y por último a los empleados del taller, porque todavía pueden hacer algunas reparaciones menores.

El empleado afirmó que para el 2007 llegaban, aproximadamente, 90 carros mensuales, y que un solo vendedor podía sacar a la calle hasta 40 vehículos. Ahora solo llegan, una vez al mes, dos o tres Mitsubishis Lanser.

“Llueve por donde nos metemos “

 Las listas de espera son de 300 personas por promotor, normalmente, cada empresa tiene alrededor de cuatro o cinco. Por lo que las listas de espera ascendían, por agencia, entre 1000 y 1200 personas, debido a la exorbitante demanda y la poca oferta las empresas decidieron no anotar a más personas en los listados.

Josefina González, tiene dos años buscando un vehículo, quería adquirir uno más moderno y decidió vender el que tenía. Aunque lleva 2 años en lista de espera, en 5 agencias diferentes, no ha conseguido nada. Debido a la inflación, los 200 mil bolívares que tenía desde hace un año no le alcanzan para nada, por ello, tuvo que reunir, con mucho esfuerzo, poco a poco para completar una suma que le alcanzara para comprar el carro.

Esta ciudadana, recorrió agencias de carros nuevos y usados , pero sin esperanza, se fue con las manos vacías, sucumbió, incluso, al pago de la vacuna que algunos vendedores pretenden cobrar por conseguir el carro. “En una oportunidad iba a dar 20. 000 bolívares a una empleada, pero como otra cliente le ofreció 40.000 mil me quedé sin carro”, recalcó. Indicó que las listas de espera son una perdida de tiempo, que los trabajadores “le cuadran los carros” a los que están dispuestos a pagar por debajo de la mesa grandes sumas de dinero.

“Esperanzada por los precios tan buenos que tenía me metí a comprar carros de La Venezolana, pero resultó una estafa, aunque los 6.406 afectados hemos denunciado el caso a la Fiscalía General de la República, no nos han dado una respuesta concreta”. Detalló

Los Vehículos de agencias son más económicos que los usados.

“Yo no voy a pagar más por un carro usado que por unos nuevos, cualquier carcacha la quieren vender a una millonada, debería haber un órgano que controle la situación, eso es prácticamente una mafia” apuntó González. Algunos carros de lujo como los 4 puertas , con asientos de cuero pueden valer hasta 500.000mil Bolívares en las agencias, mientras que las camionetas se consigue entre 650 y 700 mil bolívares.

Para quienes deseen adquirir un carro usado, estos son los precios de algunos vehículos Chevete año 78 Bs. 250 mil, Corsa desde Bs. 300 mil, Mitsubichi año 2010 Bs 800 mil y camioneta Jeep Cherokee del 2008 Bs, 700 mil.

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