Finalmente el Deportivo Alavés completó la hazaña y se clasificó para la final de la Copa del Rey, al dejar en el camino al Celta de Vigo 1-0, en el estadio de Mendizorroza, además será el contrincante del Barcelona, quienes eliminaron ayer al Atlético Madrid, en la disputa por el título copero.
El conjunto, dirigido por Mauricio Pellegrino, hizo gala de sus virtudes al controlar un partido complicado y llevarlo a su terreno. Celta, equipo que posee una gran calidad técnica, nunca se vio cómodo sobre el terreno de juego, debido a la presión ejercida por el conjunto local.
El equipo de Chritsian Santos, quien esta vez si estuvo convocado, pero que no ingresó durante el compromiso, tenía los planes bien claros y fue superior a su rival en base a su esfuerzo, constancia y lucha, pero sin contar con muchas ocasiones claras de cara al arco.
Los recién ascendidos a la Primera División, no preocuparon mucho a Sergio Álvarez en la primera mitad, pero lograron que los celtiñas no pudieran descifrar el entramado defensivo y chocaran una y otra vez con la defensa local, o con el magistral arquero, Fernando Pacheco, quien fue una de las figuras del Deportivo Alavés.
En la segunda parte, Alavés se soltó un poco más y a falta de ocho minutos consiguió un premio. Víctor Camarasa anticipó, de manera extraordinaria, a la defensa celeste y, de cabeza, prolongó un balón que cayó en los pies de Édgar Méndez. “El volante”, quien había ingresado tres minutos antes, encaró solo frente al arco y superó por arriba a Sergio, para hacer explotar a Medizorroza.
Celta intentó, en los últimos minutos, con centros al área, pero los dirigidos por Eduardo Berizzo no pudieron encontrar el empate que los colocaría en la siguiente final del campeonato.