La obesidad aumenta el riesgo de sufrir de disfunción eréctil y puede perjudicar el rendimiento sexual, ya que genera diversas complicaciones de salud a nivel hormonal, metabólico, cardiovascular, entre otros que impactan en estos.
El urólogo, doctor Jorge Moanack, expresó que la obesidad es considerada como una enfermedad, puesto que produce alteraciones desde el punto de vista metabólico y orgánico.
El especialista aseguró que, “mientras mayor sea el índice de masa corporal (IMC) el riesgo de sufrir de impotencia sexual es más elevado”.
Explicó que esto se debe a que la obesidad genera trastornos hormonales, dentro de los cuales se incluyen alteraciones tiroideas y la disminución de los niveles de testosterona, que ocasionan la pérdida del deseo sexual y la incapacidad eréctil.
Asimismo, señaló que la obesidad afecta la calidad de las erecciones “porque puede producir mayores niveles de placas en las arterias, obstrucción por grasa, colesterol, entre otros, lo cual impide que la sangre se desplace con fuerza para llenar los cuerpos cavernosos, que son dos tubos ubicados dentro del pene, los cuales permiten la erección cuando la sangre llega de forma adecuada”.
El doctor refirió que la obesidad también genera problemas cardiovasculares, como, por ejemplo, hipertensión, hipotensión, entre otros, que impiden el flujo de sangre necesario para la erección.
Indicó que “las personas con obesidad tienden a agotarse con mayor facilidad, por eso, aunque puedan desarrollar una erección, el cansancio les va a impedir mantenerla, debido a que la actividad sexual demanda un esfuerzo físico”. Resaltó que “la afectación que produce la obesidad en la calidad de las erecciones y el rendimiento sexual puede revertirse si los pacientes pierden peso, bien sea al realizar dietas, sometiéndose a una cirugía bariátrica para alcanzar un índice de masa corporal saludable”.