En 11 años se contabilizan 2.123 casos de violación a la libertad de prensa
En su afán de informar y no tener fuentes oficiales a las cuales acudir, periodistas venezolanos se refugiaron en el pueblo, que hoy día se convirtió en su vocero principal.
Y es que la misma comunidad organizada está a cargo actualmente de “destapar las ollas” y en múltiples ocasiones, acuden a medios de comunicación mucho antes que a las respectivas autoridades.
En el caso de los Altos Mirandinos, donde los niveles de inseguridad no se pueden ocultar, es la gente la que lleva la batuta en formular denuncias y no precisamente a la policía, sino a periodistas.
Gracias a su oportuna advertencia, y posterior publicación en prensa y difusión en radio, han sido desmanteladas bandas y frenados otros delitos. Lo mismo sucede con denuncias relacionadas con el mal funcionamiento de servicios y hechos de corrupción.
La cercanía que se ha afianzado con la comunidad llegó luego de que las fuentes oficiales fueran cerradas a los profesionales de la comunicación por el Gobierno nacional desde 2005.
De hecho, el Instituto Nacional de Prensa y Sociedad (IPYS) presentó un informe en el que se dice que desde ese año al presente, han ocurrido 2.123 casos de violación a la libertad de prensa y siete trabajadores de medios han sido asesinados.
Verdugos de los medios
Es de esperarse que diferentes sectores de la sociedad aplaudan la labor policial, pues su deber histórico ha sido proteger a la gente. Es por ello que periodistas de sucesos siempre han estado cercanos a la fuente oficial, porque por ser garantes de la verdad y de la seguridad, siempre se le ha dado crédito a la productividad de cuerpos de seguridad.
Sin embargo, esa camaradería ha desaparecido en los últimos años, junto al abrupto incremento de la violencia en el país. “Por cerrar la fuente, la misma policía ha perdido credibilidad ante la ciudadanía, dado que al no contar con datos de algún suceso, ahora acudimos a la víctima y no nos limitamos a la fuente policial”, declaró el periodista de El Universal, Carlos D’Hoy.
Diferentes sectores de la sociedad se pronunciaron esta última semana ante los interrogatorios a los que fueron sometidos por funcionarios del Sebin cuatro periodistas, que dieron cobertura a un hecho en el Banco Central de Venezuela, que dejó un muerto.
“A la inexistencia de las fuentes oficiales se suma la persecución y citaciones por parte de organismos de seguridad para que revelemos los nombres de las personas que nos ayudan con datos para que la ciudadanía esté informada”, dijo el periodista de El Pitazo, tras ser cuestionado por agentes de inteligencia.
En ocasiones, cuerpos policiales se han abstenido de informar procedimientos positivos de su institución, como incautaciones, homicidios resueltos, secuestrados, para evitar explicar el escenario en el que se desarrollaron las investigaciones.
Mucho menos, informan cuando funcionarios de sus instituciones fueron detenidos por estar implicados en hechos de corrupción.
En pie de lucha
Mientras esperan por la promulgación de la Ley de Transparencia, Divulgación y Acceso a la Información, aprobada en primera discusión por la Asamblea Nacional, periodistas se las arreglan para continuar con su tarea de informar.
Luego de su visita a Venezuela este mes, el relator especial para la Libertad de Expresión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo que “toda persona tiene derecho a que se garantice su acceso a la información en poder del Estado, sin la necesidad de explicar la motivación para la cual necesita acceder a esta. Es un derecho universal, protegido por el artículo 13 de la Convención Universal de Derechos Humanos, pero la realidad indica que los últimos años en Venezuela se ha establecido una serie de obstáculos para el ejercicio del derecho a la información pública”.
Mientras se aguarda por la libertad de prensa en su máxima expresión, periodistas venezolanos, que son fieles a la verdad y a informar de manera responsable y equilibrada, seguirán trabajando con las uñas y tratando de conseguir todos los datos posibles para mantener siempre al colectivo informado./Glorimar Fernández/ac/