26/05/16 -.  Marcelino Mejías, es un encantador y mágico creador popular que nació hace 78 años en el sector El Vigía de Los Teques, la habilidad de realizar artesanías la adquirió desde muy pequeño de la mano de su vecino Pedro Castro, quien era constructor de casas de bahareque, al tiempo que elaboraba juguetes para sus hijos; esto captó la atención de Mejías quien con tan solo seis años de edad comenzó a ver en detalle el trabajo que Castro hacía, con la intención de desarrollar el don que sentía tener.

Tiempo después comenzó a fabricar sus propios juguetes a base de madera tallada por él, su meta fue siempre perfeccionar sus técnicas, al punto que hoy por hoy considera que tiene mucho por hacer. “Pese a la cantidad de figuras que he creado, que sobrepasan las cien, no estoy del todo conforme con alguna en específico, aún creo que me falta por aprender porque siento que cada vez puedo hacerlo mejor”.

Más adelante emprendió como operario de maquinas, donde se desempeñó por nueve años hasta que alcanzó el grado de instructor, con el transcurrir de los años debió retirarse de esas labores por problemas de salud y fue cuando tomó mayor fuerza su ingenio creativo partiendo de la base de recolección de conchas de cachicamo, semillas, trozos de madera que colectaba mientras trabajaba con las máquina en el campo.

La idea que lo llevó al éxito

Su fuerte desde entonces ha sido la creación de figuras en miniatura, idea que surgió a raíz de una visita que realizó a una exposición en Caracas, inspirada en la época de antaño; Marcelino quiso hacer lo propio pero con personajes, hechos y lugares emblemáticos de su ciudad natal, utilizando diversos materiales reciclados para dar forma a sus ideas.

La periodista Millie Zurita, el fotógrafo taurino César Obertein, el cantante de joropo tuyero Gabán Tacateño, el padre José Rafael Tinoco, la profesora Olga Milián de Suárez, el deportista Luis “Hueso” Navarro”, el reportero gráfico Ricardo “Zorro” Aquino, así como el famoso barbero Antonio Capote, forman parte de una gran cantidad de composiciones que llevan su firma y que tienen una data aproximada de veinte años de historia.

Todo este brillante trabajo lo llevó a cabo conjuntamente con el doctor Luis Enrique Luna, quién documentaba biográficamente a cada personaje que Mejías elaboraba, de manera de crear en el espectador, una referencia y al mismo tiempo hacer historia en la memoria de las generaciones, de allí surge que este talentoso artesano de la cultura popular sea reconocido como “el cronista plástico de Los Teques”.

Para la realización de cada figura en miniatura, Marcelino debía en algunos casos conocer al personaje y ver sus gestos, expresiones y facciones para de esa manera lograr la semejanza perfecta, su norte fue, es y será imprimirle alma, vida y acción a cada creación donde los más mínimos detalles juegan un papel fundamental para él.

Trabajo admirable

En la primera fase realizó once figuras, en la segunda fueron diecinueve y la tercera que está en proceso de elaboración, podría llegar a presentarse en octubre de este año para la fecha aniversaria de Los Teques, donde por supuesto los protagonistas serán personas populares de esta ciudad.

Desde hace cuatro años aproximadamente en la Sala Emma Soler, existe una maravillosa exposición permanente denominada Tequeñerías, donde se exhiben 30 de las obras de este gran cultor de nuestras tierras.

Asimismo, en la Casa Arturo Michelena cuenta con una impresionante exposición de artesanías, en la que predomina la majestuosidad y belleza incomparable de su obra Cofradía del Santo Sepulcro, donde un aproximado de cuarenta figuritas emulan de una manera perfecta esa importante tradición católica, que se lleva a cabo cada Semana Santa.

Allí también están a la vista de los visitantes las figuras de Arturo Michelena, Salvador “Chito” Aguilar y Manuel “Mocho” Sanoja, al lado de pinturas hechas por Marcelino y una gran variedad de objetos restaurados o en algunos casos inventados.

Más allá de nuestras fronteras

En 2011, tuvo una exposición en Alemania, país donde reside su hija, en la cual presentó veinte figuras de las que había elaborado aquí en su ciudad, así como las que creó inspirado en personajes emblemáticos de allí; la exhibición llevó por nombre Encuentro de dos mundos.

Relató que lleva más de veinte años llevando a cabo esta labor, aseguró que ello no le rinde frutos económicos porque trabaja solo por la satisfacción que le brinda hacer arte. “Soy feliz haciendo cada una de mis obras, no lo he hecho por negocio porque no me gusta, simplemente disfruto que a la gente le llame la atención mi trabajo”./gp

Foto: (William Sánchez)

 Maribel Sanchéz