El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, celebró la medida avalada por su homólogo estadounidense, Joe Biden, que regularizaría en los próximos meses a familias de migrantes irregulares que viven en la nación norteamericana.

“Es muy buena la noticia que van a regularizarse familias [migrantes] y mexicanas, sobre todo los estudiantes, los jóvenes (…). Aunque es parcial, es un avance que el presidente Biden lo esté haciendo”, reconoció en conferencia de prensa.

El mandatario mexicano expresó que, durante el Gobierno de su par estadounidense, se han ofrecido diversas alternativas para solucionar el tema migratorio en la frontera entre ambas naciones.

“Lo que hace el presidente Biden es muy bueno. Lo celebramos y lo reconocemos”, expresó.

Más temprano, la Casa Blanca informó que, en las próximas horas, el mandatario estadounidense anunciará reformas para simplificar trámites como la obtención de residencia o permisos de trabajo para los migrantes indocumentados.

De acuerdo con la agencia Associated Press, Washington permitirá en los próximos meses que los cónyuges de ciudadanos estadounidenses, cuya situación migratoria sea irregular, puedan aspirar a la residencia permanente y, posteriormente, poseer la ciudadanía. Esta medida beneficiaría a cerca de medio millón de personas.

Para tener derecho a este trámite, según el medio estadounidense, las personas requerirán haber vivido en EEUU durante, al menos 10 años, y estar casadas.

“Si se aprueba la solicitud de un migrante, él o ella tendría tres años para solicitar una green card y recibir un permiso de trabajo temporal, con lo que estaría protegido de la deportación” en ese periodo de tiempo, refiere AP.

Esto contrasta con las medidas que Washington ha tomado en las últimas semanas contra los migrantes indocumentados. Recientemente, EEUU prohibió el asilo a quienes atraviesen irregularmente la frontera desde México y que se agilizaría la deportación de quienes supongan una amenaza para la seguridad nacional y la sociedad.

También se informó que las autoridades estadounidenses comenzaron a tramitar rápidamente los casos de asilo para acelerar la expulsión del país de quienes carezcan de motivos legales, según la Casa Blanca.