Casi 60 civiles, chiitas en su mayoría, murieron y 120 resultaron heridos este domingo en Afganistán en un atentado suicida reivindicado por el grupo yihadista. El ataque confirma los peores temores de violencia por las elecciones legislativas de octubre.
Un kamikaze se hizo estallar delante del centro de empadronamiento donde los electores recogen las cédulas de identidad antes de inscribirse en el padrón. El balance de muertos y heridos no cesa de aumentar.
En las primeras horas de la noche se habían contabilizado 57 muertos y 119 heridos, en su mayoría miembros de la minoría chiita hazara, regularmente blanco de los extremistas sunitas del EI, según el Ministerio de Salud.
Este es el primer ataque en Kabul contra un centro de empadronamiento para las legislativas del 20 de octubre, proceso que comenzó el 14 de abril.
Con información de El Espectador