19/04/15.- El comisionado nacional de seguridad de México, Monte Alejandro Rubido, confirmó ayer la detención de José Tiburcio Hernández Fuentes, presunto líder del cártel del Golfo, a quien identificó como principal impulsor de la violencia en la región de Reynosa, estado de Tamaulipas.
En un mensaje a los medios de comunicación en Ciudad de México, Rubido indicó que Hernández, uno de los principales objetivos del Gobierno por su alta peligrosidad, fue capturado ayer por fuerzas federales junto con tres de sus principales colaboradores en la colonia Vallarta de Reynosa.
La captura se produjo tras un enfrentamiento en que a los sospechosos les fueron confiscadas dos armas largas y tres cortas, así como tres granadas de fragmentación, un vehículo y casi 300.000 dólares y 1,2 millones de pesos (78.000 dólares) en efectivo.
El funcionario dijo que Hernández es responsable de la violencia generada en meses recientes en el corredor formado por los municipios de Matamoros, Valle Hermoso y Río Bravo, en Tamaulipas, “en la pugna por el control de las actividades ilícitas, en particular el tráfico de drogas”.
Al rescate de su capo
Un comando de 60 sicarios mexicanos se enfrentó el viernes con fuerzas de seguridad que acababan de detener a su jefe en la ciudad fronteriza de Reynosa (noreste), en cruentas balaceras que dejaron tres presuntos pistoleros muertos y dos policías heridos, confirmaron el sábado autoridades.
En respuesta a la detención “El Gafe” y de cuatro de sus hombres, “se suscitaron diversos y muy violentos intentos para rescatar a los detenidos”, dijo Rubido en una conferencia de prensa.
Los tiroteos se desencadenaron en pleno día y se extendieron al menos por tres horas desatando el pánico entre los habitantes de Reynosa, en cuyas calles retronaban los disparos y se incendiaron vehículos.
“Aproximadamente 60 personas en 15 camionetas” participaron en los más de 11 bloqueos con automóviles y autobuses quemados que los sicarios arrebataban a sus impotentes conductores, describió Rubido.
Los sicarios, apertrechados con fusiles de asalto AR-15 y AK-47, también atacaron instalaciones de la fiscalía federal en una céntrica zona de la ciudad, señaló.
En medio de los ataques “los detenidos fueron extraídos de la zona en dos helicópteros. Posteriormente se les trasladó al aeropuerto internacional de Reynosa”, ubicado muy cerca del puente fronterizo con Estados Unidos y en un avión de la policía federal fueron llevados hasta Ciudad de México, relató.
El comisionado confirmó que las balaceras en Reynosa, limítrofe con la estadounidense McAllen (Texas, sur), concluyeron con tres presuntos sicarios muertos y dos policías locales heridos.