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Banda del “Omarcito” asesinó a joven en La Matica

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Periodistas de Avance

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24/04/15.- “El lugar estaba demasiado tranquilo, eso es indicio de que en cualquier momento matarían a alguien”, relató una de las vecinas de las Escaleras de La Maracucha en La Matica; mientras funcionarios del Cicpc sacaban de una vivienda el cadáver tiroteado de un joven de 18 años.

A las 9:00 am de ayer, Starling Eduardo Sanoja Arias fue perseguido a tiros por un grupo de antisociales, presuntamente perteneciente a la banda del “Omarcito”, que mantiene azotados a residentes de dicha barriada. Una rencilla entre los delincuentes y el muchacho fue lo que desencadenó la embestida.

 Sanoja corrió desde la vía principal de Vuelta Larga, donde residía, subió los escalones y huyó cerro arriba para que los pistoleros perdieran la pista. Consiguió resguardo en la casa de unos vecinos, pero sólo fue por unos instantes, pues los victimarios tumbaron la puerta del rancho y le dieron un tiro en la cara.

“Los problemas en este barrio no siempre son por hampa, muchas veces es porque se miran feo, se caen mal o porque uno le ganó en básquet al otro; no sabemos si Starling estaba metido en problemas, pero nada de lo que pudiese haber hecho ameritaba su asesinato”, alegó otra vecina que veía el levantamiento del cadáver desde su ventana.

 Comisiones de Polimiranda y Poliguaicaipuro resguardaron la escena del crimen hasta la llegada de los sabuesos de la policía científica, quienes recolectaron las evidencias necesarias. Los supuestos responsables del homicidio son conocidos con los remoquetes de “El Tato”, “Avecrin” y el “Gordo Gregory”, todos pertenecientes a la pandilla del “Omarcito”.

 Justo cuando subían el cuerpo de Sanoja Arias a la furgoneta, llegó su madre, quien dijo que sabía que a su hijo lo iban a matar en cualquier momento. Con temor a revelar sus nombres por miedo a represalias, los lugareños pidieron a los uniformados que peinaran la zona, pues los malhechores que controlan el sitio mantienen amenazado a buena parte del sector.

Por: Glorimar Fernández / Foto: Edgar Jiménez

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