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Barcelona consigue buena ventaja en casa

Alexis Sanchez, Pedro Rodriguez, Cesc Fabregas

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Derrotó 2-0 a la Real Sociedad en el Camp Nou para avizorar un súper clásico en la gran final

El Barcelona dio el penúltimo paso hacia la final de la Copa del Rey al derrotar a la Real Sociedad en el Camp Nou (2-0), en un partido que el conjunto azulgrana dominó y que se le puso muy cuesta abajo con el gol de Busquets y la expulsión de Íñigo Martínez al filo del descanso.

Faltaban tres minutos para el final de la primera mitad cuando Vela se plantó delante de Pinto. Pero el disparo del mexicano, desequilibrado por Mascherano, fue parado con el pie derecho del meta azulgrana. En la jugada siguiente, Busquets hacía el 1-0 al resolver un lío en el área a la salida de un córner y perforaba por fin la meta de Zubikarai, después de que el Barsa hubiera desperdiciado media docena de ocasiones claras en la primera mitad.

El tanto local enojó al donostiarra Martínez, que corrió a protestarle al árbitro el más que posible penalti que se acababa de producir en la otra área, y acababa expulsado con roja directa. El partido pasó de un posible 0-1 con expulsión de Mascherano incluida al 1-0 y siendo la Real el equipo que debía jugar toda la segunda parte con un hombre menos.

Esa fue la jugada clave de un encuentro extraño, difícil explicar desde la óptica culé sin recordar lo que les pasó a los azulgranas el pasado sábado ante el Valencia. El partido ya no tuvo historia tras la reanudación. La Real, con un hombre menos, solo aspiraba a salir vivo del Camp Nou, pero se complicó aún más la eliminatoria al meterse un gol en propia puerta al cuarto de hora de la segunda.

Alexis recibía de Cesc al espacio y cruzaba el balón contra el palo. El rechace fue a parar a Elustondo quien, en lugar de enviar fuera el esférico, lo estrelló contra el cuerpo de su portero antes de que acabara en el fondo de la red. Poco brilló el Barcelona a partir del 2-0, pese a jugar con el marcador a favor, en superioridad numérica y con una Real Sociedad entregada que renunció hasta salir al contragolpe.

Llegó por inercia con remates de Xavi, Pedro, Alves y una espectacular volea de Messi que despejó Zubikarai, y mejoró algo sus prestaciones con la entrada de Iniesta. Pero le faltó continuidad, precisión en la circulación y esa confianza en su fútbol que parece haber perdido en las últimas semanas. Aun así, tiene media final en el bolsillo. Si Anoeta no lo impide dentro de una semana.

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