12/05/15.- El premio de la final está muy cerca para un Barcelona que defenderá en Múnich ante el Bayern la renta de 3-0 de la ida, que le permite albergar todas las posibilidades de que jugará el último partido de la Liga de Campeones, si no media un desastre.

El ánimo en el club y en la masa culé está desbordado, después de que en la ida el Barsa fulminase al Bayern en el último cuarto de hora, con dos goles de Messi y uno de Neymar, que crearon desánimo entre la afición alemana y en el propio club.

A pesar de la diferencia en el tanteador con la que afrontan ambos el partido, el Barcelona no se fía de un Bayern que, arropado por los suyos, pueda poner en aprietos a los azulgranas, incluso con un gol tempranero que incomode a los de Luis Enrique.

No obstante, y dadas las trayectorias de ambos, con el Bayern habiendo perdido los últimos tres partidos y sin marcar un gol, frente al poderío azulgrana, con 25 tantos en los últimos siete encuentros, todo hace prever que el Barsa será capaz de marcar.

Luis Enrique cuenta con todos sus jugadores, incluso el recuperado Mathieu, aunque para el encuentro no se espera ningún cambio del equipo que se ha consolidado, con el último retoque en la portería con la entrada de Ter Stegen.

De este forma, Alves, que ha rotado muy poco, seguirá siendo el lateral, especialmente en una temporada para enmarcar del brasileño, mientras que en el eje jugarán Piqué y Mascherano, y Jordi Alba, completa en el grupo de defensores.

Rakitic, Busquets e Iniesta serán los que deberán frenar en primera instancia cualquier intento de control del Bayern y de ganar el centro del campo, mientras que arriba sí que ni hay discusión con la tripleta más goleadora de la historia azulgrana: Messi, Luis Suárez y Neymar.

Para el Bayern, el escenario es totalmente diferente. Enfrenta el partido consciente de que necesitaría un milagro, con las bajas de jugadores claves -Arjen Robben, Franck Ribery y David Alaba- y en una racha negativa.

Cuatro derrotas seguidas es algo que el Bayern no encajaba desde hace más de veinte años y, aunque dos de los partidos perdidos hayan sido en medio de una Bundesliga sentenciada, los otros sí han tenido repercusiones importantes.

Uno de ellos, la caída frente al Borussia Dortmund en la semifinal de la Copa de Alemania, significó un título posible menos. Y el otro, contra el Barcelona en el Camp Nou, fue más de la mitad de la eliminación de la Champions.

Todo ello ha llevado incluso a que se hagan preguntas en torno a Pep Guardiola, a que se critique parte de su estilo y a que haya quien se pregunte si el experimento con el catalán no fue más que un mal entendido.