Remplazó sillas con este tono por unas azules
Cada presidente brasileño que pasa a residir en el elegante Palacio de la Alvorada, en Brasilia, le da su toque personal a la decoración del área privada de este edificio ícono de la arquitectura modernista diseñado por Oscar Niemeyer. Pero en el caso de su nuevo inquilino, Jair Bolsonaro , el mandatario impuso también in extremis su visión política ultraderechista: ordenó sacar todas las sillas rojas, color vinculado al izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), y cambiarlas por azules.
Luego de una intensa semana de preparativos, ceremonia de asunción y primeras medidas de gobierno, Bolsonaro, de 63 años, se instaló anteayer por la noche en el Palacio de la Alvorada, acompañado por la primera dama, Michelle, 38; la hija de la pareja, Laura, 8, y la hijastra del presidente, Leticia, 16, fruto de un matrimonio anterior de su mujer. Los cuatro compartían casa en el condominio Vivendas da Barra, frente a las playas de Barra da Tijuca.
Horas después de su llegada, varios empleados sacaron las sillas rojas del palacio para ser reemplazadas por unas similares pero azules. Otro símbolo de la nueva era que inauguró la presidencia del ex militar, que durante la asunción prometió eliminar el socialismo y destacó que la bandera “jamás será roja”, en referencia al color petista.