24/09/15 .- Un grupo de apagafuegos convoca para el próximo martes una concentración en la plaza Bolívar de Los Teques, para luego efectuar una caminata hasta el Cuartel Central de El Paso, con el objetivo de exigir el cumplimiento de reivindicaciones salariales.
El anuncio lo hizo el cabo Erick Vera, quien manifestó que en reiteradas oportunidades han solicitado un aumento salarial de 85% y la cancelación de pasivos laborales.
Advirtió que si esta vez la directiva de la institución no les da una respuesta concreta, se declararán en huelga. Amenazan con amarrarse tal como lo hicieron en julio del 2012.
Precisó que mantienen deudas con el cestaticket desde el 2006 hasta el 2012. Esto tiene sus incidencias en las vacaciones y utilidades de esos años, intereses en los fideicomisos de 2014 y lo que va de 2005. El “mono” podría llegar a Bs. 70.000.
También les deben un remanente por concepto de bono nocturno desde el 2012 al 2014. Hace tres años, al finalizar la huelga, acordaron con las autoridades del cuerpo un pago de Bs. 970 al que ganaba menos.
“Sin embargo, terminaron cancelándole a cada uniformado apenas Bs. 200. Hay un diferencia de más de Bs. 700, que para ese entonces era plata”.
A principio de este mes sostuvieron un encuentro con el Estado Mayor, integrado por los oficiales de alta jerarquía, a quienes les expusieron cada una de las peticiones, pero de ahí tampoco salió humo blanco.
“Queremos que el gobernador Capriles y el primer comandante, Javier Mendoza, atiendan nuestros reclamos”.
A través de una información difundida en las redes sociales, los efectivos señalan que mientras que al personal civil y administrativo lo tienen “negreado” con sus beneficios, 16 oficiales que cumplen funciones como jefe de estaciones y trabajan en horario de oficina fueron “premiados” con una prima de Bs. 2.500 mensual. Esto además tiene incidencias en los aguinaldos.
Se quejan porque esos funcionarios cobran 30 días de cestatickets cada mes, aunque su labor solo les genere 22 jornadas.
Parque automotor colapsado
Vera se refirió al deterioro del parque automotor. De 62 ambulancias, solo hay 8 operativas y 3 de ellas prestan servicio con el parabrisas roto.
Apenas hay cinco vehículos de rescate en las 16 estaciones, mientras que las unidades de combate de incendios están en mal estado, lo que pone en riesgo a las comunidades y merma la capacidad operativa.
A lo anterior se suma la falta de equipos y herramientas para trabajar con mayor eficacia en los diferentes eventos. Asimismo, los 1.800 funcionarios llevan dos años sin recibir dotación de uniformes.
En una nota de prensa enviada por el organismo el 3 de septiembre, la segunda comandante, coronel (B) Dilia Salgado, tras reunirse con varios bomberos, declaró: “Sabemos que la situación económica que afronta el país afecta por igual a todos nuestros trabajadores; no obstante, siempre hemos hecho las gestiones necesarias, ante las instancias correspondientes, para no desmejorar el servicio que se presta a la colectividad y procurar así el bienestar de los bomberos, lo que continuaremos haciendo”.
Por: Ronald Peñaranda
