Una alta actividad comercial se registró al inicio de la semana, tras el depósito del bono de guerra realizado a los empleados y jubilados del sector público a través de la plataforma Patria, quienes aprovecharon el complemento económico para hacer mercado y adquirir tratamientos médicos.
Los establecimientos de la calle Ribas se vieron fuertemente concurridos por clientes, en su mayoría por personas de la tercera edad que trataron de rendir la bonificación en los artículos de la cesta alimentaria, sobre todo en harina de maíz, arroz, pasta, azúcar y productos de aseo personal.
Un trabajador del mercado Excelencia Las Maravillas informó que las ventas durante el fin de semana estuvieron lentas.
“A través de los clientes uno sabe más o menos la fecha en que comienzan a cobrar el bono, tengo entendido que desde el viernes se iniciaron los abonos, pero la página no abre los domingos. Sin embargo, este lunes en la mañana comenzó un movimiento de compradores a tal punto que se formaron largas colas para pagar”.
Del mismo, modo se observó el volumen de personas en las fruterías e incluso en las farmacias sociales.
Miguel Bracho, jubilado de la gobernación de la Miranda, contó que cada vez que cae la bonificación trata de adquirir todas las medicinas para el corazón y la tensión.