Buddy Bailey, el manager de disciplina inflexible, el supuesto mandamás sin escrúpulos ni sentimientos, según leyenda esparcida por peloteros, periodistas y aficionados, confesó, al asumir el cargo de piloto de los Tigres de Aragua, que recibió el mando con el corazón contrito, por la salida de Eduardo Pérez.
“Anoche, cuando me enteré, me sentí terrible”, admitió Bailey, al responder en Maracaibo un breve cuestionario que le enviamos con el periodista Oscar Pérez, a fin de participar a la distancia en la entrevista que éste le realizó antes del primer juego del estadounidense, que ganó a las Águilas de Zulia en el estadio Luis Aparicio.
“Todavía no me siento muy bien”, subrayó el estratega, seis veces campeón en la LVBP. “Eddie es un gran tipo. Lo conozco desde hace tiempo y aquí nos convertimos en amigos cercanos. A veces, en el deporte, hay momentos de los que no quieres formar parte”. Pérez salió del cargo en la madrugada del jueves, tras ver caer a los bengalíes al penúltimo lugar de la tabla, fuera de la clasificación.
El estratega zuliano confesó que el movimiento fue, a medio camino, despido y renuncia, por haber llegado a un “mutuo acuerdo” con el presidente de la divisa, Carlos Guillén. Bailey reconoció que habló con los peloteros, buscando motivarles en pleno mal momento.
“Tuvimos una conversación en el club house acerca de las cosas que necesitamos hacer, otras que debemos redirigir y concentrarnos en ser en un equipo”, relató. “Algunos jugadores también hablaron, así que esperamos poder estar en la misma página y encontrar la manera de comenzar a ganar juegos”.
“Hemos estado jugando bien, anotado muchas carreras”, radiografió a los suyos. “Por momentos, la defensa ha estado solvente y muchos de los lanzadores han estado solidos por toda la temporada. Es la actitud, ganar es una cuestión de actitud, y tenemos que encontrar la forma de tener esa actitud. Cuando no estas ganando, es difícil tenerla, pero no la vas a encontrar sin la determinación de ganar juegos. Tenemos que llevar eso al siguiente nivel”.
Para Bailey, dirigir es especial. Pero hacerlo en Maracay lo es más, pues allí comenzó su andadura en la LVBP y la más notable dinastía que haya conseguido un club del circuito.
“Es diferente”, admitió sobre esta nueva oportunidad. “Estuve fuera por un par de años y aprecio esta oportunidad. Estoy agradecido de que ellos me hayan dado el chance de ser coach de banca. No esperaba ser manager, no quería serlo, pero aquí estoy, esperando que mi trabajo sea de calidad y buscando la manera, junto a los jugadores, de clasificar”.
Bailey atizó, en referencia al destino que busca evadir: “En esta liga no es divertido estar sentado, mientras otros juegan en enero. Y por suerte para mí, como manager, la mayoría de las veces he podido estar en enero, así que espero que en estas dos o tres semanas podamos encontrar la forma de ganar y ponernos en los playoffs”.
Fuente: El Nacional
