Un motorizado casi pierde la vida tras la caída de una guaya de alta tensión
Quienes residen en el complejo habitacional Alto Verde piden a los mismos entes que les facilitaron una vivienda que los atiendan, ya que las calles que van de uno a otro edificio se encuentran en un avanzado estado de abandono. En el lugar se observan desde fallas de borde y maleza hasta cables de alta tensión en el suelo, lo cual ha ocasionado accidentes.
A pesar de que algunas áreas comunes han sido recuperadas, las vías son una pesadilla para peatones y conductores. “No hay aceras porque el monte se las comió, debemos lanzarnos a la carretera y correr el riesgo de que nos atropellen. Además, iniciando el Plan 1 se encuentra una falla de borde”, denunció una vecina que mantuvo su nombre en el anonimato.
Jesús Medina, quien habita en este sector, relató el accidente que sufrió al desplomarse unos cables de alta tensión: “Venía con mi moto y el sol no me dejó ver la guaya cuando se cayó, de broma no me maté, y lo peor es que sigue ahí tirada, nadie ha venido a recogerla”. “Los postes están casi en el piso desde hace cinco años, y se debilitaron aún más por unos trabajos que están haciendo en la zona. La compañía encargada no me quiso indemnizar”. Destacó que el estado vial en las seis etapas es igual. “Presenta troneras por doquier, hay que realizarles mantenimiento urgente”.
Beatriz Virola mencionó que “los postes no funcionan muy bien, más son los tramos que están a oscuras que donde hay luz, es terrible tener que caminar por aquí en la noche”. “O te atropella un carro o te muerde una culebra”, expresó al referirse a la cantidad de monte que invade las aceras. “El tendido eléctrico se ve peligrosísimo, da miedo pasar por debajo, en cualquier momento se desprende”.
Claman por transporte y aseo
Karina Colmenares denunció que durante sábado y domingo las unidades de transporte son muy escasas. “Trabaja una sola, cuesta mucho salir del sector en esos días que es cuando uno hace mercado y amerita más que nunca el servicio. De resto, funciona con regularidad”. También hizo énfasis en la problemática del aseo, que los visita un solo día a la semana. “Casualmente hoy pasó, pero no lo hacía desde el jueves pasado; deberían hacer el recorrido por lo menos tres veces, ya que se acumula mucha basura. La gente tampoco colabora y lanza sus desperdicios en las áreas recreativas de cualquier edificio”.
Aprovechó la oportunidad para hacer un llamado a los residentes de todas las etapas que componen el complejo habitacional para que ayuden con la reparación de la bomba de agua. “Prácticamente estamos en sequía porque se dañó hace poco; sin embargo, varios vecinos se están organizando para comprar los repuestos y acomodarla. Les pido que colaboren porque es un beneficio para todos”.
Parques infantiles dan miedo
La desidia no solo ha golpeado las calles, sino también los espacios recreativos, que están cubiertos de vegetación, mientras que los trampolines, columpios y subibajas no se encuentran en las mejores condiciones. “Es mejor no llevar a los chamos. Deben recuperarlos antes de que se pierdan por completo; no tienen mucho tiempo, pero la acción del sol y la lluvia los ha deteriorado rápidamente”, declaró una vecina del Plan 6 que no se identificó. María Morales afirmó que le da temor llevar a su hijo al parque. “Además de que los aparatos están oxidados y me da miedo que se corte, puede haber una culebra o un alacrán escondido en la maleza”./Milena Ferreira/ac/Foto Edgar Jiménez