01/05/15.- “¿Vieron eso? Dios mío… Si sigue haciéndolo, van a tener que encontrar otra liga para Miggy”, atinó a decir Mario Impemba, el narrador de Fox Sports que sigue los partidos de los Tigres Detroit, después que Miguel Cabrera convirtiera en un misil una recta bajita de Casey Fien, que aterrizó en el jardín central del Target Field, en Minnesota.

El estacazo fue de 427 pies, su segundo del encuentro, luego de enviar una pelota al segundo piso del parque, contra una curva de Tim Stauffer, a 448 pies del plato, de acuerdo con el Home Run Tracker de ESPN.com.

“No recuerdo haber visto uno más largo esta temporada, aunque pienso que lo acortaron”, dijo el manager Brad Ausmus después que las proyecciones que hacen en el parque de los Mellizos señalaron que la bola “solo” había recorrido 432 pies.

Ambas conexiones sumaron 875 pies, pero Cabrera, como es usual no habló de sí mismo después del partido, prefirió destacar el cuadrangular dentro del parque del receptor novato James McCann.

“Ese batazo fue más emocionante porque sabíamos que era el primero (en su carrera) “, señaló el maracayero. “Estábamos al tanto que se iba a empatar el juego y eso nos permitiría regresar” al juego que eventualmente Detroit ganaría 10-7.

Cabrera tiene en su cuenta personal cinco estacazos de vuelta completa en lo que va de zafra y, de acuerdo con el Home Run Tracker, esos batazos suman 2.002 pies, que equivalen a 610 metros.

Si se colocaran uno detrás del otro, la línea recta imaginaria casi igualaría la altura de la Shanghai Tower, de China, que con 128 pisos se alza sobre 632 metros de concreto armado y es considerada el edificio más alto de Asia, tercero en el mundo.

Como en años anteriores, Cabrera sumará kilómetros de distancia con sus batazos, aunque esta vez con cada pelota que saque del parque acortará la distancia que le separa de Andrés Galarraga, que todavía es el venezolano con más vuelacercas en las Grandes Ligas, con 399, cuatro más que Miggy.