A raíz de la construcción de un balneario en las cercanías de San Felipe y el dragado del río Yaracuy, ejecutado por la gobernación del vecino estado, las playas de golfo Triste, de Palmasola a Boca de Aroa, se encuentran afectadas por la presencia de numerosos caimanes de la costa (cocodylus acutus).
Aún cuando su presencia histórica ha sido reportada en los ríos que fluyen al litoral costero del estado Falcón, nunca se había observado tal número de especies rondando los balnearios, como se puede ver actualmente, creando graves daños a la ecología, el turismo y la economía de la zona.
El caimán de la costa se encuentra señalado en el Libro rojo de la fauna en Venezuela, como especie en peligro de extinción, pasó a ser parte de la dieta de los pescadores, que ven en el animal acorralado por la inconsciencia, un suculento paliativo en época de escasez y objeto de rechazo, puesto que desoló sus precarias fuentes de ingresos.
Las fotografías se tomaron el día sábado 30 de julio a la 1:00 p.m. en la desembocadura del río Yaracuy y muestra un caimán atrapado en una de las redes que los pescadores arrojan en afán de pesca y terminó enredando a una hembra preñada. La situación viene siendo denunciada por medios impresos del estado Falcón, de hace meses, sin que hasta la fecha las autoridades se pronuncien.
Foto: Cortesía