La inseguridad azota y los policías bien gracias
Claudio Vargas. El terrible deterioro de la vialidad es solo uno de los tantos problemas que aquejan a los habitantes de Alberto Ravell desde hace añales, pese a los constantes reclamos y solicitudes a la Alcaldía de Guaicaipuro.
“Todas las calles están repletas de huecos. Es lamentable que nadie se digne a repararlas”, expresó Pedro Oropeza, habitante.
Raúl Pérez agregó que “los carros son los que pagan las consecuencias, ya que a cada rato se echan a perder. Aparte de que el mecánico te cobra una dineral, tampoco se consiguen los repuestos”.
Por su parte, Lety Medina destacó que el pésimo servicio de aseo los tienes verdes. “El vertedero se la pasa full, la pestilencia es insoportable. Es sumamente dañino para todos, sobre todo los niños. De paso, a finales del año pasado nos quitaron los pocos contenedores que teníamos”.
Carmen González señaló que “las ratas y gusanos se meten a las casas. La gente del aseo pasa irregularmente, y cuando se llevan la basura lo hacen a medias”.
Apuntó que a la altura del club Centro de Amigos hay un bote de aguas blancas desde hace años. “Cada vez que llueve se forma una piscina gigantesca. Hemos acudido a la Alcaldía a manifestar nuestra molestia, pero al parecer a ellos les da igual”.
“Ni siquiera han hecho un trabajo de jardinería, la maleza tiene por lo menos dos metros de alto, lo cual representa un peligro para los conductores porque limita la visibilidad. En estos días una camioneta se fue por el barranco. Francisco Garcés como que está esperando que ocurra una tragedia”.
Afirmó que el servicio de transporte presenta ciertas fallas. “Deberían asignar más unidades pues uno pierde demasiado tiempo en la parada, y en las horas pico es casi imposible conseguir un puesto desocupado”.
Por último, indicó que los malhechores hacen de las suyas como les da la gana, a pesar de que en la zona hay un módulo policial. “Nunca se ve a los uniformados patrullando”./ac/Foto: Félix Laucho