La edificación, que sirve como guardería, tiene más de 70 añosA oídos sordos han ido a parar las peticiones de ayuda de las maestras y niñeras que atienden a los más de 120 pequeños que acuden diariamente a la Casa Cuna Consuelo de Marturet.

La última vez que al parecer les darían una mano, según explicó la directora del lugar, Miguelina Chaparro de Ledezma, fue durante la gestión del exalcalde Alirio Mendoza. “Los recursos fueron aprobados, pero nunca se llegó a ejecutar nada”.

La situación de la mansión es la misma desde hace unos cinco años: grietas y descuido. Frente a este panorama, docentes y personal obrero, poco a poco han ido gestionando pequeños arreglos como pintura, aunque la estructura requiere trabajos mayores.

Las filtraciones en paredes y pisos de los dormitorios y las aulas son la mayor preocupación para las 18 docentes que con cariño y dedicación cuidan a los niños. Otros grandes dolores de cabeza son el largo techo de asbesto que cubre parte de la cocina, un corredor que a simple vista necesita mantenimiento, y el desgaste de escaleras, paredes y estructuras en general.

“Somos una fundación sin fines de lucro que sobrevive solamente con el aporte de los padres y representantes. No contamos con el respaldo de organismos públicos”, precisó de Ledezma, por lo que expresó que cualquier donación es para ellos una gran ayuda.

Otra de las preocupaciones es la inseguridad. Maestras alegaron que dentro de la institución no han tenido problemas, pero afuera delincuentes de la zona aprovechan para asaltar a representantes e incluso a ellas mismas./ac

Por: Yordys Méndez Fernández/Foto: Karinés Sabino