La atención estuvo sobre el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, quienes iniciaron su participación señalando que Trump no es el presidente que Estados Unidos necesita
En un debate en el que el gran ausente y el líder de las encuestas, el expresidente Donald Trump, fue considerado como el candidato republicano del pasado, los cinco aspirantes que se dieron cita este miércoles en Miami hicieron un repaso a una agenda más internacional que doméstica, sin muchos sobresaltos.
La tensión que se preveía entre la exembajadora de EE.UU. en la ONU Nikki Haley y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, los dos más cercanos a Trump en los sondeos, fue escasa, y más notable fue la que tuvo la candidata con el empresario Vivek Ramaswamy, al que llegó a llamar «escoria» por hacer referencia a su hija.
«En el último debate, se burló de mí por unirme a TikTok mientras su propia hija usaba la aplicación durante mucho tiempo. Así que tal vez quieras cuidar de tu familia primero», le espetó Ramaswamy a Haley durante una pregunta sobre si prohibirían esa red social acusada de espiar para China.
Visiblemente molesta, Haley le pidió que no se metiera con su hija en medio de un debate que además de China, se enfocó en la guerra de Israel-Hamás, Ucrania, Irán, Venezuela y la lucha contra el fentanilo en la frontera sur con México.