Google decidió sacar a sus celulares e intentar hacerlos competir directamente con los teléfonos insignia de grandes fabricantes como Samsung y Apple.
Con funciones de primera clase exclusivas de Pixel y una estrategia de ventas que significa partiendo de poder encontrar un teléfono Google a la venta.
El teléfono Pixel de 5 pulgadas y el Pixel XL de 5.5 pulgadas se llaman oficialmente “Pixel, un teléfono de Google” y tienen una “G” en la espalda, lo que indica que Google diseñó los teléfonos por sí sola en lugar de modificar el producto fabricado por otra compañía y convertirlo en un Nexus. Google ahora selecciona los componentes, brinda respaldo y compatibilidad y promociona los dispositivos.
A diferencia del teléfono de gama media del año pasado, el Nexus 5X y el teléfono premium 6P, los teléfonos Pixel son ambos modelos de primera clase. Cada Pixel tiene un procesador de cuatro núcleos Qualcomm Snapdragon 821: dos núcleos trabajando a 2.15GHz y otros dos a 1.6GHz, con el extra que ofrece la tecnología Hexagon de Qualcomm para tareas como procesamiento de imágenes y de audio.
Los teléfonos tienen pantalla OLED, 4GB de RAM y un almacenamiento interno de 32GB ó 128GB. Con un precio inicial de US$649, el Pixel de 32GB está en el mismo rango de precio del iPhone 7 de Apple y el Galaxy S7 de Samsung. El modelo de 128GB cuesta US$749, y el modelo del Pixel XL de 32GB cuesta US$769, mientras que el de 128GB cuesta US$869.
Son los únicos teléfonos que incluyen Google Assistant, la versión actualizada del sistema de Google para controlar el teléfono y contestar preguntas — es el contrincante de Google contra Siri de Apple, Cortana de Microsoft y Alexa de Amazon.
También almacena fotos y vídeos en su resolución original durante la vida del teléfono, enviando videos y fotos más antiguos al almacenamiento en la nube por si se te acaba el espacio en el teléfono. Y, si necesitas la ayuda del soporte técnico de Google, un técnico tendrá la capacidad de controlar remotamente tu teléfono.