El Gobierno chileno, encabezado por el presidente Gabriel Boric inició el despliegue del personal militar que desde el lunes y por 90 días los dejará a cargo del resguardo de las fronteras como respuesta a la crisis de migración.
El Gobierno aduce que tomó esa decisión por las quejas por la inseguridad las cuales, dijo, siguen latentes en las comunas interiores y costeras de las regiones de la zona norte de Chile.
El anuncio lo hizo el Gobierno durante la semana pasada amparándose en la Ley de Resguardo de Infraestructura Crítica aprobada en enero, poder desplegar fuerzas militares para apoyar el orden y control público en las fronteras de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta.