Un motín en el centro de Atención al Detenido de Alayón de Maracay, en el céntrico estado de Aragua, ha dejado cinco personas muertas y 30 heridos este miércoles. La revuelta comenzó con la detonación de dos artefactos explosivos después de registrarse una “situación irregular”.

La ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) ha comentado que lo sucedido en la cárcel fue un motín que habrían iniciado los reclusos al lanzar una granada contra un cabecilla criminal conocido como ‘Luisito’, según informa la web oficial de ‘Televisa’.

Por otro lado, otros reportes de prensa afirmaron que dos desconocidos lanzaron cinco granadas al interior, de las cuales solo estallaron dos. Esta información aun no ha sido verificada por la Fiscalía.

La Fiscalía General informó de las defunciones y ha iniciado una investigación para dar con los responsables junto con el Ministerio Público y la policía judicial, aunque algunos medios locales han indicado que los explosivos estallaron durante un enfrentamiento entre los reclusos.

El Ministerio Público de Venezuela ha emitido un comunicado en el que comenta lo sucedido e indica que los expertos de la Unidad Técnico Científica del Ministerio Público se encuentran realizando “labores de investigación tanto en el sitio del suceso como en el centro hospitalario en el que están siendo atendidos los afectados por este hecho”.

Además, la OVP señaló que los internos del penal rebasan en un 350 por ciento la capacidad total del mismo y que es uno de los motines más importantes ocurridos en el país, en concreto, el quinto. Es así como no supone ninguna novedad en la nación caribeña, puesto que los reclusos que ingresan en los centros penitenciarios establecen a menudo relaciones de complicidad y corrupción con los funcionarios de las cárceles.

Según datos emitidos por esta organización, el país acoge cerca de 30 cárceles con una capacidad máxima de 16.000 presos. Esta cifra asciende a 50.000 encarcelados en total, según sus estimaciones.

No es la primera vez que ocurre un ataque de estas características con este tipo de artefactos, ya que se han detectado cerca de una decena en áreas urbanas del país desde mediados del pasado año contra sedes militares, centros penitenciarios y centros policiales.

Fuente: http://www.eleconomistaamerica.com/