“Yo llegué en 2002 al Avance para cumplir mi ciclo de pasantías, estaba estudiando Diseño Gráfico en el Iutirla y entré como diagramadora, para ese entonces aprendí de la mano de Carmen Terán y Jimmy Correa. Una vez que terminé ese período, el señor Rómulo Herrera me ofreció la oportunidad de integrarme al grupo de reporteros gráficos del diario, a lo que accedí de inmediato porque la fotografía me llamaba la atención”.
Tal relato pertenece a Clarens Díaz, una destacada reportera que inició, como muchos, su carrera en esta catapulta de talentos que ha sido Avance a lo largo de sus 30 años de historia.
Hoy, ella suma 14 años de experiencia, gracias, de acuerdo con su testimonio, al completo aprendizaje que obtuvo en este medio de comunicación.
“Jamás imaginé que la fotografía se convertiría en mi estilo de vida y que lo disfrutaría tanto. Mis mentores fueron Yoar Durán y Pablo Villarreal, debo mencionar a una súper profesional que también se convirtió en mi guía, fue la primera reportera gráfica de Avance, Marie Fuzeau; recuerdo que para ese entonces ella se encargó de instruirnos a las tres muchachas que estábamos ingresando a ese departamento: Karinés Sabino, Deisy Peña y yo”.
Esta talentosa profesional del lente, destacada siempre en todos los trabajos en los que se ha desempeñado, aseguró que el hecho de comunicar a través de una imagen es maravilloso. “Uno de mis lemas es que para hacer fotografía hay que tener convicción y ponerle corazón, ambos enfocados hacia un mismo ángulo”.
Refirió que cada una de las técnicas que domina las aprendió durante los cuatro años que trabajó para el único diario impreso en Los Teques.
“Sé que muchos consideran al diario Avance como una escuela o una segunda casa, pero en mi caso fue literalmente ambas cosas; tanto así que a pesar de que ya no trabajo allí, sigo vinculada a lo mucho que esa empresa significa para mí. Más allá del ámbito profesional, obtuve grandes y valiosas amistades que hoy se mantienen tan intactas como al principio”.
Guerrera incansable
“Patear calle”, como se dice en el argot periodístico, ha resultado para Clarens una gran herramienta que le ha permitido crecer personal y profesionalmente.
“Uno en este oficio se vuelve muy humano, tener contacto directo con las comunidades, acudir al lugar del suceso, así como conocer las carencias de nuestras instituciones educativas y hospitalarias, te llegan a tocar las fibras más profundas; eso lo conocí de primera mano a través de las fuentes que cubrí con mayor frecuencia, que fueron comunidad, educación, salud y sucesos”.
Explicó que fueron muchas las anécdotas que la marcaron de una manera significativa, pero dos de ellas le resultan inolvidables: “La primera fue cuando Yoar me llevó a la morgue para que me fuera fogueando, porque él decía que debía acostumbrarme a ver muertos. Resulta que entramos a entrevistar al patólogo y estaba de los más entusiasmado comiéndose una hamburguesa al ladito de un cadáver abierto para la autopsia de rigor, ese escenario me impactó muchísimo, no lograba entender cómo él podía comer tan plácidamente ante ese hedor”.
Otro hecho que recuerda con claridad fue la oportunidad cuando le tocó salir a cubrir el incendio de una vivienda en el sector Las Dalias. “Salimos José Gregorio, que era el chofer para ese entonces y yo, llegamos al lugar del siniestro primero que Protección Civil y Bomberos. La casa estaba ya ardiendo por un lado y la bombona de gas seguía adentro; conscientes del peligro que eso implicaba porque se podía triplicar la tragedia, ‘Cheo’ y yo nos metimos para sacar el cilindro y evitar que explotara”. Queda en evidencia que esta joven entusiasta y emprendedora es toda una guerrera.
Constante aprendizaje
Tras consultarle si era difícil dedicarse al reporterismo gráfico siendo mujer, respondió muy convencida de que eso no es una limitante, siempre que existan las ganas de aprender y de hacer las cosas bien en todo momento.
“Es como un ego personal y profesional, claro que hay que tener guáramo, pero considero importante aprender todos los días, es muy satisfactorio cuando la gente en la calle reconoce tu trabajo por haber logrado una buena foto que de verdad informe. Veo con preocupación que a la nueva generación no le gusta escuchar consejos o seguir instrucciones de uno que tiene alguito más de experiencia, aún cuando todos estamos para ayudarnos”.
Entre los periodistas con quien sostuvo una enriquecedora experiencia, mencionó a Migdalia Díaz, Adriana Adamo, Yulitza Rangel, Vanessa Orellana, Ronald Peñaranda y Carlos D’Hoy.
“Esos dos últimos fueron los que me enseñaron por dónde enfocar las preguntas al momento de abordar a un entrevistado cuando me tocaba salir sola a cubrir alguna pauta, eso se los agradezco muchísimo, al principio me daba hasta miedo, pero después le agarré el hilo y hoy día me encuentro estudiando Comunicación Social, extraño el diarismo”.
Aprovechó la ocasión para extender una palabra de felicitación al diario Avance por su reciente aniversario. “Son tres décadas manteniendo bien informada a la gente, no deben jamás perder el norte que siempre han tenido. Seguir forjando nuevos y cada vez mejores profesionales, a la par que ofrecen las mejores noticias de una manera veraz y objetiva, deben ser la punta de lanza para continuar con éxito como hasta ahora”./ac