Cada vez que llueve las aguas se desbordan

En tres y dos viven los habitantes del sector Los Amarillos, en el kilómetro 32 de la carretera Panamericana, ante la dificultad de transitar (a pie o en vehículo) por la parte alta de la comunidad.

Por un lado, a causa de la gran cantidad de desechos sólidos, tipo chatarras que se encuentran a los lados de la vía principal; mientras que por el otro deben lidiar con el riachuelo que se vuelca hacia la carretera cada vez que llueve, porque las torrenteras de la zona están congestionadas con basura vegetal y otros desperdicios.

Luis Burgos, lugareño, aseguró a Avance que “apenas comienza a llover sabemos que automáticamente la calle se convertirá en un arroyo, por el poco de agua que salen de las torrenteras que se desbordan, ya que están tapadas. Les hace falta mantenimiento”.

De las tres que mencionó en la parte alta, dos están “taponeadas” con barro y restos de plantas que se arrastran con la corriente, por lo que se van acumulando a medida que bajan y se topan con basura común que también van a parar a la vía e impiden que los vecinos circulen caminando.

Chatarras y escombros

Otra vecina, que prefirió no identificarse, señaló que la cantidad de escombros y chatarras (incluidos vehículos descompuestos) que hay a las afueras de algunas casas complica la situación, además de contribuir a la contaminación visual en la comunidad.

“En la entrada todo está bien bonito de lado y lado, en la principal. Pero arriba, por los lados de la cancha eso es horrible. Esqueletos de sillas oxidadas, muebles viejos, partes grandes de lo que fueron lavadoras o televisores y amontonamientos de ramas, así como de monte seco es lo que se ve por todas partes”, expresó visiblemente molesta.