Cuatro viviendas están directamente afectadas

Poco más de dos décadas acumula el colapso de un colector de aguas servidas que se esparcen en los terrenos sobre los que colindan cuatro casas; dos de ellas ubicadas en la calle Roscio y las otras dos en el callejón Negrín en la avenida Francisco de Miranda, en Los Teques.

Asimismo resultan afectados los espacios sobre los que están construidos un taller mecánico, una carpintería y parte de residencias Tamarí. Del colector principal, encargado de recoger las aguas residuales de los residentes de El Rincón y la calle Roscio, se emanan los desechos líquidos que están generando la erosión del terreno.

Jhonny D’ Abreu, aseguró a Avance: “Hace tres años resolvimos improvisar una torrentera natural a punta de pico y pala, para evitar que esas aguas se nos metieran a la casa; con ello logramos direccionarlas hacia una boca de visita que está en un embaulamiento, por debajo de la avenida. Pero, nos preocupa que está siendo obstruida por una gran cantidad de basura, lo que causaría un taponamiento capaz de revertir lo que hasta ahora hemos logrado”.

Agregó que cada dos meses ejecuta el saneamiento de la zona pero que hay lugares a los que no tienen alcance, por lo que requieren el poyo de un mini shower; considerando también el problema generado por los desechos sólidos.

Otros daños

Yessica Jiménez, lugareña dijo que a nivel ambiental han sido varias las afectaciones, dado que “por tratarse de aguas servidas dañan el ecosistema, se secó por completo un samán que había en el terreno gracias esa sucia laguna; la fauna que hace vida en los alrededores corre peligro, tal es el caso de unos turpiales, garzas negras y un alcaraván”. Del mismo modo aseveró que el terreno se ha convertido en un nido para los delincuentes, quienes hacen de las suyas en los alrededores. Ante esta cadena de sucesos, esperan por la elaboración del proyecto de una torrentera que vaya desde donde sale la rotura del colector hasta la boca de visita del embaulamiento.