Con una grave crisis presupuestaria arranca el año escolar 2024-2025 en la mayoría de colegios privados de Los Teques.

Las deudas acumuladas de padres y representantes impiden que los directivos de planteles cumplan con compromisos, tales como el pago a tiempo del personal y cubrir gastos de funcionamiento.

 “Las instituciones dependen de los pagos puntuales para mantener la calidad de los servicios que ofrecen. Cuando los padres evaden sus responsabilidades, los colegios se ven obligados a reducir personal, limitar programas educativos y comprometer la infraestructura.

En resumen, toda la comunidad escolar sufre, incluso aquellos que cumplen cabalmente con sus obligaciones”, se lee en un comunicado de la Unidad Educativa Santa Marta, ubicado en la calle Falcón.

En el escrito también se señala que “el problema con este ciclo de insolventes no solo afecta a los planteles individualmente, sino que debilita el sistema educativo en su conjunto. Mientras algunos representantes se aprovechan de las lagunas legales en este respecto y la falta de seguimiento entre instituciones, los recursos que deberían invertirse en mejorar la experiencia educativa se ven comprometidos”.

“Los profesores, trabajadores administrativos y sobre todo, los estudiantes son los más afectados por este comportamiento irresponsable”.

“La educación no se fía”

En el texto además dejan claro que “las escuelas no son entidades que puedan absorber impagos de manera indefinida; son espacios de formación que requieren de recursos estables y previsibles para seguir funcionando.

Cada deuda que queda sin pagar es una inversión perdida en el futuro de los niños. La educación no se fía”.

Avance conoció que elevada morosidad golpea a otras instituciones educativas como: Francisco de Venanzi, Nicolás Copérnico y San Gabriel.