Dueños de pequeños negocios se sienten asfixiados
El imparable tipo de cambio oficial lleva a más de un comerciante al colapso financiero, al tener que lidiar con una divisa que en tan pocos días aumenta y escasea empañando la economía.
El 17 de marzo el precio del dólar era de Bs.67.46, en tan solo 10 días ha sufrido un incremento del 0.61 %, presentándose actualmente en Bs. 69.44.
Mientras tanto el paralelo superó los Bs. 106.94, situación que complica la dinámica no solo de los usuarios sino de los pequeños y grandes empresarios.
“Los comerciantes tenemos Covid financiero, tenemos dificultad para respirar”, afirmó a Avance Roberto Molinetti, empresario del área textil.
Explicó que algunas compañías grandes pueden aguantar un poquito más, en especial cuando son cadenas de tiendas.
“Los pequeños no podemos con este proceso en que se ha desembocado la economía, todo comienza con la carga fiscal, es muy duro y no tenemos opciones”.
Recalcó que, con el pago de alquiler, luz, agua y aseo, junto a las bajas ventas, las finanzas no dan y siempre se mantienen en deuda.
“Las ventas se ven afectadas ante el poco poder adquisitivo del venezolano, quien a la hora de decidir qué comprar escoge la comida y la ropa queda de última opción”, indicó.
Leonardo Bastidas, quien se dedica al rubro de vegetales, aseveró que cada vez que aumenta el dólar afecta todo el comercio. “Si adquieres un producto el miércoles y lo vas a vender el viernes, el poder de inversión se pierde, porque no debemos reajustar precios para sopesar la pérdida”.

Sugirió vender a precios razonables para mantener a los clientes, llevar una competencia sana. “Por lo general nos toca vender por debajo del precio de adquisición”.
Protección al empresario
Richard Pacheco, otro pequeño comerciante, propuso la desregularización de la economía, “que le daría un equilibrio a la oferta y la demanda”.
Invitó a la protección del empresario y emprendedores que mueven al país, “así como a la construcción de canales de negociación que terminen por acabar con la crisis actual”.
“Uno de los aspectos más relevantes es la falta de oferta de divisas reales en los bancos, generando dificultad para adquirirlas”. Añadió que más que “una moneda se ha convertido en un bien y el único acceso es a través del mercado cambiario paralelo, que se maneja bajo la ley de la oferta-demanda, pero de forma poco clara, lo que se traduce en especulación y angustia”.