“No contamos con una planta, con el local a oscuras no podemos trabajar. Un  día sin ventas afecta todo el panorama de ganancias mensuales, empezamos a generar pérdidas nuevamente y ese es uno de los más grandes temores de quién intenta emprender”, comentó Luis Durán, comerciante.

La inestabilidad en el servicio eléctrico a traído consecuencias negativas para pequeños y medianos empresarios que buscan mantenerse a flote a pesar de las circunstancias que cada día les presentan un nuevo reto.

Realizar pagos con velocidad o mantener frescos los productos que necesitan refrigeración son dos de los más grandes inconvenientes que han surgido debido a las fallas en el servicio que debería funcionar de forma eficaz.

“Cuando no se va la luz están los bajones a cada momento, a veces no terminan de congelar los refrigeradores y otros equipos se encuentran en riesgo de sufrir daños, con respecto a la señal móvil para hacer pagos o la conexión del punto de venta, también se hace cada vez más difícil, es muy raro que todo esté al pie de la letra”, añadió Durán. /DB/at