Por: Pedro Vicente Rodríguez CalderónEducador, Comunicador y Político
Cuando niños no entendíamos de límites ni de respeto, sin embargo, nuestros padres y/o maestras se ocuparon en enseñarnos la necesaria existencia de normas de convivencia basadas en fronteras o límites y en derechos y deberes que nos conducían a respetarnos en nuestras diferencias y coincidencias. Esto puede ser parte esencial de la formación de ciudadanos y ciudadanas con valores esenciales para la vida en democracia, la sana convivencia en paz y la irrenunciable defensa a la Dignidad.
Esos niños formados como ciudadanos de pueblos y del mundo, algunos se convierten en actores políticos con la responsabilidad de dirigir Estados. En estos roles, toca promover valores de sana convivencia, de democracia, de respeto a los límites y las fronteras y dejar vivir en paz a la humanidad con sus diferencias y coincidencias. Es lo que corresponde hacer a líderes políticos bien formados y responsables.
Ha costado muchas vidas y mucha sangre derramada las cruentas guerras desatadas en la historia pasada y presente, por irresponsabilidades de algunos “líderes” del mundo que se han creído con poderes supremos para apropiarse de los derechos y fronteras de otros, por ser diferentes a ellos o por poseer riquezas que ellos desean con ansias. Cuán lamentable es, tener que observar en estos tiempos a unos locos irresponsables, colocar en riesgo la vida de países y de la humanidad entera por sus avaros intereses.
Las venezolanas y los venezolanos, en su gran mayoría, somos personas con una extraordinaria genética histórica. Somos hombres y mujeres de Paz y de Respeto a las diferencias. Cuando hemos traspasado nuestras fronteras, ha sido para apoyar y ayudar solidariamente a otros pueblos hermanos. No podrán dominar ni ultrajar nuestros espacios marítimos, aéreos ni terrestres sin que nuestro pueblo y otros países hermanos den pasos al frente para defender la dignidad y el respeto a nuestra Patria.
“Primero el suelo nativo que nada. (…) Echemos el miedo a la espalda y salvemos a la patria”. Simón Bolívar








