Ponía a los hermanitos de la víctima a abusar de ella
RONALD PEÑARANDA
El Tribunal Tercero de Juicio, extensión Barlovento, con sede en Guarenas, estado Miranda, declaró culpable a Francisco Antonio Gutiérrez (50), por los delitos de abuso sexual con penetración contra su propia hija de 7 años y de uso de niño para delinquir, por lo tanto dictó una sentencia 30 años de prisión, es decir la pena máxima.
El aberrante caso se descubrió el 14 de marzo de 2021, cuando la pequeña fue llevada a un centro hospitalario con aparente fuerte dolor abdominal. La pediatra que la atendió se dio cuenta que presentaba signos de ultraje sexual, señaló a Avance una fuente vinculada a la investigación.
De inmediato se activaron las alarmas, la mamá de la infante acudió a la Policía Municipal de Zamora (Guatire) y denunció al papá pues él la tenía bajo su cuidado, desde que la pareja se separó.
Las averiguaciones además pudieron determinar que el hoy sentenciado en una oportunidad le puso una cucharilla caliente en sus partes íntimas y como si lo anterior fuese poco, de manera recurrente obligaba a sus otros dos hijos, un varón de 11 años a que le introdujeran los dedos en la vagina y a una hembra de 4 años a que le manosearan su cuerpo.
De igual manera se pudo comprobar que el sujeto la sometía a agresiones físicas y psicológicas para que guardara silencio. Todos estos maltratos ocurrían desde que la niña tenía cinco años, es decir que su “infierno” duró dos años.
Igualmente a este caso estuvo vinculado Rafael Ángel Rodríguez Manrique, familiar de la pequeña, quien al principio fue acusado de trato cruel pero finalmente lo absolvieron porque no encontraron pruebas suficientes para culparlo.
En el juicio final que se realizó el lunes 21 de agosto el juzgado determinó que Francisco Antonio Gutiérrez deberá pagar la condena en el Centro Penitenciario Región Capital El Rodeo II.