En un viacrucis se ha convertido transitar por las principales calles y avenidas de la capital mirandina, ya que además del deterioro del asfalto, los conductores deben hacer peripecias para evadir las alcantarillas hundidas o sin tapa.
“Estamos cansados de que las autoridades municipales y regionales se queden de brazos cruzados. El hundimiento de la alcantarilla de la entrada nos afecta enormemente ya que varios vecinos han perdido el tren delantero de sus vehículos y los repuestos cuestan un ojo de la cara”, expresó Franklin Ramírez, habitante de residencias La Quinta.
En la urbanización Cecilio Acosta de El Paso, un desagüe sin tapa pone en peligro hasta a los peatones. Rogelio Figuera, conductor, recordó que “eso lleva más de un año así y nadie hace nada al respecto. Hace unas semanas hubo que llamar una grúa para que sacara un carro que cayó”./JG/ac
Foto: Andreina Aleman