Acusan al jefe de Participación Comunal de la Alcaldía, Alexander Negrín, de parar la construcción de un parque en la calle La Unión, “porque allí viven puros escuálidos”

Vecinos de La Macarena Sur están molestos por la paralización por razones políticas del proyecto de construcción de un parque en la calle La Unión. Hace siete meses el Consejo Federal de Gobierno (CFG) donó piezas como columpios, rueda, sube y baja, entre otras, que debían ser instaladas en un terreno de 919 metros cuadrados cedido por la familia Peña. El miércoles, llegaron unos 20 obreros de Corpomiranda a limpiar el lote y desmalezarlo para luego replantearlo para comenzar la obra, pero de manera sorpresiva tuvieron que retirarse porque recibieron una llamada telefónica de un funcionario de la Alcaldía de Guaicaipuro, quien exigió recoger todo e irse del lugar. Carlos Pacheco, lugareño, asegura que la orden la dio Alexander Negrín, jefe de Participación Comunal del ayuntamiento, que además es vocero del consejo comunal.

Agrega que Negrín mandó a cancelar los trabajos alegando que en el sector viven muchos escuálidos. “Nos dicen que ese señor nos mal puso con la presidenta del Consejo Legislativo, Aurora Morales, que a su vez llamó al coordinador de Corpomiranda, Osvaldo Rojas, para que sacara de aquí a las cuadrillas”.

La iniciativa del parque fue aprobada por 280 ciudadanos que participaron en una asamblea que fue pública y notoria. Asegura que es probable que el reconcomio de Negrín sea porque el domingo se realizará la renovación de las autoridades del consejo comunal y todos los postulados están en desacuerdo con la forma como él y el resto de su equipo han manejado la organización durante seis años.

“Negrín no ha rendido cuentas”

Andy Zaraza, residente, destaca que en el pasado, el funcionario manejó Bs. 120.000 para la recuperación de caminerías en El Aguacate y El Progreso, pero todo quedó inconcluso y jamás rindió cuentas. “Estamos con la revolución y apegados a la Ley de Consejos Comunales. Le pedimos una audiencia al alcalde Francisco Garcés para ponerlo al tanto de la situación”.

Andrés Peña afirma que su familia decidió donar el terreno a la comunidad para hacer una obra social porque en muchas ocasiones, invasores intentaron tomarlo. “Eso tiene más de 40 años desocupado”. Mientras ocurre este tira y encoje, las piezas del parque están arrumadas en una cancha de bolas criollas y decenas de chamitos no tienen donde jugar. Los vecinos aseguran que si no logran instalar los aparatos, pierden la oportunidad de obtener otros que también vienen del CFG./Ronald Peñaranda/sa