Con letreros en los que piden justicia y no repetición, una galería de fotos y actos culturales, un grupo de personas conmemoró este domingo en Bogotá los 36 años de la toma del Palacio de Justicia, uno de los capítulos más sangrientos en la historia de Colombia.
“Hay avances pero aún falta verdad y justicia en el tema del Palacio de Justicia”, dijo a Efe Pilar Navarrete, esposa de Héctor Jaime Beltrán, un mesero que trabajaba en la cafetería del Palacio de Justicia y cuyo cuerpo estuvo desaparecido años.
La toma del Palacio de Justicia, ubicado en pleno centro de la capital colombiana, comenzó el 6 de noviembre de 1985, cuando un comando de 35 guerrilleros del Movimiento 19 de abril (M-19) irrumpió en el edificio y tomó como rehenes a cerca de 300 personas.
El Ejército retomó a sangre y fuego el recinto, que albergaba la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado, en una operación que dejó 94 muertos, entre ellos once magistrados de la Corte, decenas de heridos y once desaparecidos, en su mayoría empleados de la cafetería y visitantes.
Navarrete recordó que en noviembre de 2014, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) condenó al Estado colombiano por los desaparecidos del Palacio, pero dijo que el “Estado ha dilatado otras obligaciones como la búsqueda de otros desaparecidos”.