Una nueva polémica estalló este martes en Austria, después de que el ministerio del Interior anunciara que la casa natal de Adolf Hitler iba a ser demolida, una decisión que varios expertos cuestionan.
“La opción de la demolición fue mencionada de manera explícita en la propuesta del gobierno y no fue aprobada por nosotros”, dijo Clemens Jabloner, expresidente del mayor tribunal administrativo Austriaco, en un comunicado conjunto emitido junto al historiador Oliver Rathkolb.
El comité defiende en cambio “una reforma arquitectónica profunda”, ya que “la demolición iría a favor de la negación del pasado nazi en Austria”.
Sobotka defendió que la decisión fue tomada teniendo en cuenta las recomendaciones de un grupo de expertos, pero varios de los miembros de un panel negaron este martes que la comisión haya dado su visto bueno a la demolición del edificio.
La enorme casa con fachada amarilla, donde Hitler nació el 20 de abril de 1889, está vacía desde 2011, cuando el gobierno intervino en la batalla judicial con la actual propietaria, Gerlinde Pommer, habitante de la ciudad cuya familia posee la vivienda desde hace más de un siglo.
En los años 1970, el gobierno austriaco firmó un contrato con Pommer y transformó la casa en un centro para personas discapacitadas, hasta cuando la propietaria rechazó autorizar trabajos de renovación indispensables y se cerró el lugar.
Desde esa fecha, la suerte de la casa es objeto de intensos debates entre expertos y en el interior mismo del gobierno austriaco.