El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, no apoyó este jueves suspender a Venezuela de la Organización de Estados Americanos (OEA) porque cree que la solución a la crisis política del país “es electoral”, aunque evitó pedir comicios anticipados.
“No voy a endosar ninguna acción específica, creo que la salida de los procesos en Venezuela es una salida electoral”, dijo Solís este jueves a periodistas al término de una conferencia en el centro de estudios Diálogo Interamericano de Washington.
“Creemos que no debemos adelantar temas hasta tanto no tengamos los suficientes elementos como para resolver si una elección ha sido justamente desarrollada”, agregó, sin aclarar a qué comicios se refería.
Solís, de visita oficial en EE.UU., fue preguntado varias veces sobre si su país apoya la petición del secretario general de la OEA, Luis Almagro, para suspender a Venezuela del organismo si no convoca elecciones en 30 días, una medida que requiere los votos de dos tercios de los 34 países que integran la organización.
“No creo que sea una buena idea recomendar medidas específicas en este punto, sin permitir que los mecanismos en marcha, formales e informales, se desarrollen y tengan un impacto”, afirmó en inglés cuando un periodista le preguntó al respecto durante su charla.
“Creo que no es el momento oportuno de poner límites ni adelantar recomendaciones que puedan reducir las posibilidades de que se desarrollen estos procesos”, agregó en otro momento de su respuesta.
A la pregunta de si con “procesos electorales” se refería a las elecciones presidenciales de 2018 o si cree que deben haber comicios anticipados, respondió: “no, no, me refiero a los procesos electorales en su conjunto que el pueblo de Venezuela en su legislación establece como parte de su ordenamiento interno”, sin precisar más al respecto.
El presidente costarricense pidió que, si es en la OEA “donde vamos a colocar los acentos”, “las decisiones que se tomen sean mesuradas y oportunas” porque, a su juicio, “el proceso aún no se está cerrando”.
“No creo que tengamos que especular qué va a pasar en las nuevas elecciones, tenemos que ser muy cuidadosos porque no quiero que la OEA se vacíe de sus posibilidades de tener un impacto positivo en la crisis”, indicó.
Solís defendió que su Gobierno ha hecho “más de veinte” declaraciones sobre la situación en Venezuela y que continuará haciéndolo “buscando la salida que garantice el bienestar y la vida de los venezolanos”.
“Los procesos tienen que partir del respeto a los derechos humanos y no debe haber arbitrariedad en las decisiones de los gobiernos respecto de esto”, añadió.
Desde que Almagro publicó su informe crítico con Venezuela este martes y pidió suspenderla del ente si no celebra elecciones a la mayor brevedad, ningún Gobierno de la región ha apoyado públicamente su idea.
El de Brasil evalúa aplicar la Carta Democrática de la OEA a Venezuela (un proceso que puede llevar a su suspensión) si el calendario electoral no se restablece pronto, mientras que el de Perú aboga por “no adelantar posiciones” hasta que no haya consultas entre los países miembros.
EFE