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De la Madre Tierra depende que se normalice nivel del dique Agua Fría

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04/05/15.- La naturaleza es la única que puede garantizar para el segundo trimestre de 2015 el correcto suministro de agua hacia las parroquias El Jarillo, San Pedro y Los Teques, en vista de que a pesar del esfuerzo humano y correcto funcionamiento del sistema hidráulico de la represa de Agua Fría, la sequía que azota al país mantiene el dique nueve metros por debajo del nivel normal.

La temporada de aridez en los Altos Mirandinos se extiende normalmente desde diciembre a abril, y con la llegada de mayo, las lluvias ya deberían hacerse sentir para tranquilidad de quienes monitorean el embalse que está en El Jarillo.

No obstante, estimaciones del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh), contemplan que el período seco se extendería hasta junio, lo que disminuiría la presión de agua que ingresa a sectores que componen estos tres conglomerados de Guaicaipuro.

Un estudio realizado por la Organización para la Alimentación y Agricultura de las Naciones Unidas, arrojó que durante 2014, Venezuela, al igual que Colombia y Nicaragua, fueron los lugares con extensiones de tierra dedicados al cultivo, más afectados por la sequía propiciada por el cambio climático.

En mayo del año pasado, Hidrocapital instaló un motor y bomba en este dique, a fin de optimizar el envío de 200 litros de agua por segundo hasta la planta potabilizadora de Los Teques.

La entonces gerente de la empresa, Verónica Cañizales, puntualizó que con esta mejora serían beneficiados residentes de San Pedro, La Culebra, Rómulo Gallegos, La Lucereña, Lagunetica, Pozo de Rosas, Ventorrillo, El Ciprés, Las Luces, Vista Hermosa, El Guamito, Retamal, El Retén, 23 de Enero, Palo Alto, Alberto Ravell, Barrio Miranda y parte alta de El Trigo.

El presidente del Inameh, José Gregorio Sottolano, explicó que la Organización Mundial de Meteorología (ONM) cuenta con resultados de estudios hechos en Latinoamérica durante los últimos tres años, que especifican que el fenómeno de El Niño tiene parte de la responsabilidad por la falta de lluvia y altas temperaturas. “Estos efectos no solo se viven en América, si no que todo el planeta se ve perjudicado por el cambio climático”.

Durante los últimos 10 días, las temperaturas mínimas y máximas han estado por encima de la media, lo que ha quedado evidenciado en valores históricos registrados en Coro, Falcón y Maracaibo, donde superaron los 40º C.

Seis afluentes nutren el dique

La represa de Agua Fría, situada a 1.720 metros sobre el nivel del mar y que cuenta con una capacidad de almacenamiento de 5.800.000 metros cúbicos de agua, se nutre del río Maracao y las quebradas Agua Fría, La Mona, Hierba Buena y La Negra.

Desde 1857, buena parte de la capital de la República se abastece del río Macarao, por lo que en 1926, durante el gobierno de Juan Vicente Gómez, se decretó formalmente la protección y reforestación de esta zona.

Dieciocho años después, se construyó el dique de Agua Fría para ir a la par con el crecimiento poblacional y dar continuidad a la distribución tanto hacia Caracas, como a Los Teques.

Plantaciones embromadas

A pocos metros del embalse, se hallan los principales sembradíos de frutas y hortalizas de Miranda, además de las más importantes plantaciones de flores a nivel nacional. Es evidente que las altas temperaturas, al igual que la sequía, perjudican su continuidad.

A lo largo de la vía principal de El Jarillo, existen al menos 50 ventas de duraznos, fresas, moras y derivados; y a juicio de productores, 2014 y lo que va de 2015 han sido las fechas más catastróficas para el cultivo.

“Nunca nos ha faltado el agua; por lo tanto, cada sembradío es regado cuando lo amerita, pero igual las plantas se nos están secando, literalmente se queman por el sol o se marchitan por el calor”, relató Sonia Weibzain, una de las agricultoras.

Lo que se salva de las cosechas no solo es distribuido a mercados de los Altos Mirandinos, si no que es trasladado a diferentes localidades del centro del país. En El Jarillo, el kilo de durazno se consigue entre Bs. 100 y 120; no obstante, en demás sectores que componen la Gran Caracas, se vende hasta en Bs. 200 debido a los fletes.

Productores jarilleros y sampedreños siguen muy de cerca las estimaciones realizadas por el Inameh y otros organismos gubernamentales, pues en vista del cambio climático, la temporada de sequía y lluvia a la que estuvieron adaptados por décadas, se convirtió en “designio de la naturaleza”, tal como lo expresaron.

Por: Glorimar Fernández / Foto: Andreína Alemán

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