El drama de un mirandino trasladado a El Salvador
El nombre de Jonathan Plaza Carmona, aparece en una lista de venezolanos que permanecían en Estados Unidos, que fueron trasladados a El Salvador y hoy día se encuentra recluido en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), la temida cárcel de Bukele, tras ser señalado de pertenecer a la banda “Tren de Aragua”.
“Él no es ningún delincuente, es un hombre trabajador. Ciertamente tiene cuatro tatuajes, dos estrellas en cada hombro, pero eso no lo define como malandro. Él se los hizo cuando tenía 16 años. Me acuerdo que mi mamá le dio una pela por eso”, contó Georgina Plaza, hermana del procesado en una entrevista que concedió a Avance.
En julio de 2023, el hombre de 35 años partió de los Altos Mirandinos, exactamente de San Diego de los Altos, parroquia Cecilio Acosta, municipio Guaicaipuro, estado Miranda, donde vivía desde que tenía 13 años de edad, rumbo a EEUU con el objetivo claro de conquistar el sueño americano, que casi dos años después se ha convertido en una pesadilla para él y su familia.
“Él se fue el 31 de julio de 2023 y entró a Estados Unidos el 10 de septiembre. Lo hizo por Piedras Negras por el río Bravo (México). Como todo venezolano pasó mucho trabajo para pasar, pero finalmente llegó”.
Estando en la tierra del Tío Sam, lo retuvieron luego lo soltaron, “sin embargo quedó bajo un sistema migratorio creado por las autoridades de allá. Él tuvo que asistir a varias audiencias, tenía una abogada que se llama Claudia Galán, quien presuntamente le estaba tramitando un beneficio de asilo, pero que hoy día creo que eso resultó ser un fraude, una estafa”.
Jonathan le comentó que a la última audiencia a la que asistió lo mandaron a desnudarse, le tomaron fotos en distintas partes del cuerpo y se enfocaron en los tatuajes. “Le pregunté por qué estaban haciendo eso y él contestó que las autoridades le expresaron que era algo de rutina, solo para llevar un registro de los tatuajes. Eso me pareció medio raro a mí”.
Todo esto lo contó el venezolano en las múltiples llamadas que les hizo a sus seres queridos durante el tiempo que estuvo en territorio norteamericano.
Según Georgina, su hermano tenía dos empleos, uno en el día en un taller mecánico y otro en la noche en una empresa dedicada a labores de limpieza. “Él se confió en el status migratorio que supuestamente tenía y lo sorprendieron en el trabajo que hacía de día. Allí lo fueron a buscar y se lo llevaron preso”.

La angustia de los familiares
Esto ocurrió a principios de marzo de 2025. A partir de ese momento sus familiares acá en Venezuela le perdieron la pista. El 14 de marzo a través de una pareja de Plaza Carmona, una ciudadana hondureña que conoció allá en EEUU, conocieron que lo iban a deportar.
“Nosotros nos alegramos, porque pensamos que lo mandarían para Venezuela y aquí lo íbamos a recibir con los brazos abiertos. Después no supimos más nada de él, hasta que vimos que aparecía en la lista de los que llevaron a El Salvador.
Confiesa: “Esto ha sido demasiado horrible para nosotros sobre todo para mí mamá quien dice que está perdiendo a su hijo. Nosotros somos puras mujeres Jonathan es el único varón, el hombre de la familia.
De acuerdo al testimonio de Georgina Plaza, su hermano trabajo acá en Conferry y en otros organismos. Tiene dos hijos, Adriana de 17 años y Dana de 6.
A través de las redes sociales ellos han iniciado una cruzada para clamar justicia por Jonathan “porque fue trasladado injustamente al CECOT”.