La inestabilidad económica y los ambientes de trabajo difíciles son el pan de cada día
DORIANA BORREGO
A finales de mayo y a inicios de junio, se presentaron distintas manifestaciones en donde ciudadanos que trabajan haciendo servicio delivery a través de aplicaciones como PedidosYa o en sitios particulares como restaurantes y supermercados, solicitaron un ajuste al costo de las carreras, además de una mejoría de las condiciones de trabajo.
En la actualidad su petición no ha recibido una respuesta concreta, por lo que el descontento continuo acrecentándose progresivamente.
“Aquí en Venezuela las ganancias son muy bajas, no llegas ni al 50% de lo que puedes hacer en otros países de Latinoamérica. Por eso la mayoría nos rebuscamos con clientes por fuera y eso es lo que nos ayuda a percibir algo que sirva para sobrevivir, en mi caso, tengo años en esto y así resuelvo, pero alguien que va iniciando no corre con la misma suerte”, comento Alejandro Castañeda, quien ha trabajado por más de un año con PedidosYa.
Entre las personas que laboran con el servicio destacan muchos ciudadanos que decidieron retornar al país después de hacer vida en otra nación, no obstante, a diferencia de en otras localidades la rentabilidad de este oficio es muy variable.
“Lo que percibimos varía tomando en cuenta distintos factores. La aplicación asigna un turno distinto dependiendo de la oferta y demanda. Si estas en el grupo uno, te dan más horas de trabajo y así haces mínimo $20 al día, incluso puedes alcanzar los $100, pero somos muy pocos los que corremos esa suerte y tampoco es que caen del aire, ahí debes descontar la gasolina, manutención del vehículo, si es que tienen algún percance y las comisiones”, dijo.
Las condiciones de trabajo, los horarios y las complicaciones que pueden surgir no son respaldadas con ningún tipo de salario base que brinde holgura en caso de emergencias, por lo que quienes no perciben más de 5$ al día se han enfrentado a distintos inconvenientes.
“En un mal día hago menos de $5, si no estoy en la calle no hago nada de plata y así es muy duro, no hay lugar para una gripe, si llueve igual tengo que chambear y a veces hay hasta viajes que son gratis así que no todo es rosa, a veces hago bastante en un día, pero la gente no sabe lo que hay detrás hasta 10 horas rodando para lograrlo”, comentó Andrés Jeréz, quien ha hecho deliverys para farmacias y restaurantes.
Al consultar a distintos trabajadores del área, es pertinente señalar que incluso quienes cuentan con un puesto fijo en alguna en empresa, se enfrentan a un panorama incierto en lo que a prestaciones, bonos y otros beneficios se refiere./at Foto: Víctor Gil








