El hecho desencadenó en la muerte del paciente

ELIZABETH FLEURINE

Jhoana Granja denuncia la muerte de su padre, quien fue hospitalizado en el Hospital Victorino Santaella (HVS) en el piso 9 en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), quien falleció el 9 de febrero a causa del hurto de una mascarilla CPAP.

“A mi padre, Gustavo Granja, se le estaba comenzando hacer terapias respiratorias que consistían en alternar la mascarilla, la cual mantenía una saturación por encima de los 93%, junto con la mascarilla de reservorio la cual presentaba un promedio de 80% de saturación”, explicó.

Agregó que al asistir a la visita el doctor le indicó que “la mascarilla CPAP ya había cumplido su función y que lo mantendrían con la de reservorio, aun notando que la saturación había bajado a un 76%, sin embargo, se le fue colocada la CPAP nuevamente en el transcurso de la tarde y fue retirada de nuevo a las 7:00 pm”.

Mencionó que cuando procedían a colocarle nuevamente la CPAP a las 11:00 pm, la mascarilla no se encontraba en la habitación, “por más que tratamos de encontrarla no pudimos, ocasionando una desaturación que generó una arritmia cardíaca y una frecuencia respiratoria disneica. El personal de enfermería de guardia sin asistencia de los doctores, ya que no se encontraban en el área, intentaron estabilizarlo sin éxito, lo que conllevo a una insuficiencia respiratoria que le produjo la muerte a mi padre, el cual estaba lucido”.

Detallo que fue notificada su muerte “a las 7:00 am por causas cardiovasculares, sin más Información por parte de los doctores. En el informe médico dice que murió por insuficiencia respiratoria, por los motivos antes expuestos”.

Agrega que en vista de que “nadie del personal de guardia responde o tiene conocimiento sobre el paradero de la mascarilla CPAP, solicitamos al personal directivo y supervisores encargados que realicen una investigación minuciosa y objetiva, para así dar con la persona responsable del hurto o desaparición de la mascarilla que estaba en la habitación de mi padre, lo cual lo sentenció a la muerte por falta de un buen suministro de oxígeno”. /EF/at