Jennifer Andreina Quintero, madre de un niño de cuatro años que se encuentra recluido en el piso siete del Hospital Victorino Santaella esperando para ser operado de un quiste en el tobillo, denunció ante la redacción de Avance que el infante estuvo a punto de morir producto de una presunta negligencia medica.

Indicó que tras presentar varios días de fiebre una doctora le recetó un antibiótico que le generó varias convulsiones entre el miércoles y el sábado de la semana pasada cuando el niño perdió el conocimiento y le disminuyeron los signos vitales producto de una presunta intoxicación porque el medicamento estaba vencido.

Resaltó que el pequeño tuvo que ser ingresado a emergencia donde tampoco estaba recibiendo la atención adecuada hasta que un galeno que estaba recibiendo guardia se abocó a atenderlo. “Lo que me decían era que lo metiera en la regadera para que le bajara la fiebre”.

Calificó como insalubre el área de hospitalización pediátrica debido a las reiteradas fallas de agua y la escasez de artículos de limpieza, razón por la que padres y familiares de los pacientes son los que tienen que llevar los insumos para el aseo.

“El director nunca da la cara, las mamás de los niños buscamos hablar con él porque el área siempre esta sucia y nunca nos atiende. A los baños no se puede entrar porque hay heces por todos lados y el olor que proviene de la morgue nos tiene mal”, puntualizó./JD