Lo que comenzó como protestas pacíficas de estudiantes en Bangladesh contra un sistema de cuotas para puestos gubernamentales finalmente se convirtió en un levantamiento que obligó a la primera ministra Sheikh Hasina a dimitir y huir del país en helicóptero.
Esta demanda, inicialmente enfocada en la equidad laboral, rápidamente escaló hacia un movimiento generalizado de oposición contra el gobierno, reflejando un descontento profundo y generalizado con el régimen.
A medida que las manifestaciones se intensificaron, la respuesta del gobierno fue cada vez más violenta, con el uso de munición real por parte de las fuerzas policiales. En el transcurso de las últimas dos semanas, el gobierno aseguró que al menos 150 personas habían muerto en estas protestas, pero medios locales aseguran que más de 300 personas han perdido la vida y alrededor de 10,000 han sido detenidas. La situación se tornó crítica cuando los manifestantes incendiaron varios edificios públicos, lo que llevó a una polarización aún mayor en la sociedad bangladesí.
El papel del ejército se volvió crucial en este contexto, ya que, según informes del general Waker-uz-Zaman, las fuerzas armadas decidieron alinearse con los manifestantes. Este cambio de lealtades culminó en la renuncia de Hasina, quien había gobernado durante más de 15 años.
Además, se ha mencionado la posible implicación del ISI (servicios de inteligencia de Pakistán) en estos eventos, lo que podría indicar un intento externo de desestabilizar el país. Esto añade una capa adicional de complejidad a la crisis, sugiriendo que las tensiones históricas entre Bangladesh y Pakistán podrían estar influyendo en la agitación interna.
El general Waker-uz-Zaman prometió que los militares dimitirán y lanzarán una pesquisa sobre las letales represiones que avivaron la indignación contra el gobierno.
“Mantengan la fe en los militares, investigaremos todos los asesinatos y castigaremos a los responsables”, afirmó. “He ordenado que ningún ejército ni policía realice ningún tipo de disparo”. Con información de AP.