La banda criminal captaba a mujeres y niñas, principalmente de comunidades indígenas venezolanas, para trasladarlas y explotarlas sexualmente

Las autoridades colombianas lograron desarticular una red de trata de personas que operaba en la frontera con Venezuela, culminando con la captura de tres de sus presuntos integrantes. Esta organización criminal se enfocaba en la captación de mujeres y niñas, principalmente de etnias indígenas, en Puerto Ayacucho (Venezuela), para luego trasladarlas ilegalmente a Puerto Carreño (Colombia) con fines de explotación.

El éxito de esta acción policial fue producto de una meticulosa investigación de 14 meses, que implicó el uso de técnicas avanzadas como la infiltración de agentes encubiertos e interceptaciones telefónicas. Esta larga labor investigativa fue fundamental para identificar y desmantelar por completo el modus operandi de la red y documentar sus actividades ilícitas.

Los tres detenidos enfrentan graves cargos judiciales, incluyendo trata de personas agravada, concierto para delinquir y proxenetismo con menor de edad. Las autoridades han destacado la importancia de esta captura en la protección de las comunidades fronterizas y reiteran el compromiso binacional en la lucha contra este flagelo que atenta contra los derechos humanos.