El Central Madeirense de La Hoyada amaneció lleno de rubros de primera necesidad, por lo que se formó una fila kilométrica que pasaba del terminal de San Antonio.

Según reportaron consumidores, estaban vendiendo 3 kilos de harina de maíz, arroz, pasta, margarina y jabón en polvo, a usuarios con terminales de cédula 4 y 5.

Se hizo una cola para la tercera edad, discapacitados y embarazadas, y otra para el resto de los consumidores.

Efectivos de la Guardia del Pueblo se encargaron de controlar el expendio, en el que aparentemente había más de 600 personas.

A juicio de Magaly Arismendi, habitante de Los Teques, desde principios de año no se veía una venta tan resuelta en el supermercado.

Refirió que en varias oportunidades hizo filas infernales para solo llevarse uno o dos productos de la canasta básica.

La cliente Carmen Aguilar dijo que la agudización del desabastecimiento ha reducido su calidad de vida. “Tenemos que hacer milagros para dar de comer a los chamos”.

Un comprador de la tercera edad, Manuel Morales, señaló que sacrifica su tiempo en las colas porque no tiene plata para comprar a los bachaqueros./Adrián Rivero/ac/Foto: Alejandra Ávila/