Unas 250 personas fueron arrestadas en Nueva York, después de que marchas contra el racismo continuaron pasado el toque de queda impuesto en la ciudad y de que la policía intervino con contundencia.
Los agentes comenzaron a rodear a grupos de manifestantes en puntos de la Gran Manzana y a efectuar arrestos, a pesar de que nuevamente las protestas fueron en general pacíficas.
Horas antes, las autoridades de la ciudad habían avisado que, aunque respaldan las protestas en respuesta a la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la Policía en Mineápolis (Minesota), no se permitiría que el toque de queda fuera ignorado.
La medida la impusieron después de noches con destrozos y saqueos en las calles de la ciudad, problemas que no se han visto en los últimos días.