Vecinos frustraron atraco a fuerza de puño en la avenida Bolívar
Según registros periodísticos, en 12 ocasiones la comunidad altomirandina quiso hacer justicia con sus propias manos al intentar linchar a antisociales que fueron sorprendidos delinquiendo, durante el primer semestre de 2016. En uno de los casos registrados en Quenda, el supuesto delincuente falleció.
El último caso se registró este domingo en la avenida Bolívar de Los Teques, donde vecinos y transeúntes están alertas desde hace tiempo debido a una banda de atracadores que armados con puñales opera en moto.
Fueron funcionarios de Poliguaicaipuro los que salvaron a Daniel Flores (18), de una turba enardecida que intentó lincharlo por despojar a una mujer de su celular y cartera. El director de este cuerpo de seguridad, comisionado agregado Power Cano, detalló que le incautaron un cuchillo y lo pusieron a la orden del Ministerio Público.
El 18 de mayo, en El Trigo, comunidad vecina de la avenida Bolívar, quienes esperaban el autobús hirieron a un atracador con el mismo chuzo que amenazaba a una adolescente para que le entregara su celular. A Maikel Acosta (38) lo desnudaron y amarraron hasta que llegó la policía.
Resultado de la desesperación
Vecinos de la comunidad 23 de Enero de Los Teques, protestaron el 16 de junio contra la inseguridad. Para ser escuchados, trancaron la calle Guaicaipuro luego de varios robos de los que habían sido víctimas en una semana.
Polimiranda llegó al lugar a mediar y vecinos les advirtieron a funcionarios que de no tomar cartas en el asunto, serían ellos mismos los que se encargarían de hacer justicia. Se organizaron por grupos de whatsapp y se armaron con tubos y palos a la espera de un nuevo hecho delictivo.
A finales de mes, dos sujetos atracaron a un vecino en la puerta de su casa, lo que activó a la comunidad. Fueron efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana los que evitaron que lugareños mataran a golpes a uno de los delincuentes, pues el otro se dio a la fuga.
A juicio del sociólogo de la Universidad Central de Venezuela, Jesús Alberto Pérez, este tipo de acciones pese a que son “lamentables y detestables”, son “la respuesta de la gente ante la falta de justicia”.
“Los linchamientos son producto de la impunidad, la gente siente lo que pasa, intenta canalizar sus denuncias ante las vías regulares pero como no se procesan las denuncias, se desesperan y deciden actuar por su cuenta”, detalló.
Comunidades como El Jarillo, caracterizadas por albergar a vecinos pacíficos, dedicados a la agricultura y al comercio, también han amenazado con linchar delincuentes si no se les presta la atención que demandan./Glorimar Fernández/lb/