Carmen extraña los abrazos de Alexander y Gabo quienes están en Perú
MARIBEL SÁNCHEZ
Siempre se ha dicho popularmente que “los hijos son prestados” y que ellos deben abrir sus alas para tener una vida propia, pero difícilmente esto aplique el todo a las Madres de la Diáspora, esas a las que hoy dedicamos un trabajo súper especial porque son muy pocos los que comprenden lo que en realidad ellas llevan por dentro.
Carmen Terán, jefa de Redacción del Diario Avance y madre de tres jóvenes, narró a través de una conmovedora entrevista la difícil travesía que le ha tocado vivir tras la salida del país de dos de sus retoños.
“Hace siete años se fue Gabo, el menor de mis hijos, partió para Perú. Yo no estaba preparada para eso, dejar ir al más apegado a mí para que persiguiera sus sueños fue una experiencia difícil; tenía ganas de gritarle que no lo hiciera él ya estaba decidido y yo no podía ser egoísta ante su decisión”, expresa.
Gabo, con tan solo 22 añitos de vida, estudiando en el IUTA y trabajando simultáneamente logró comprar a punta de mucho esfuerzo una moto, pero para su infortunio el mismo día que la sacó de la agencia fue víctima de un atraco”.
Desencantado decidió tomar otro rumbo y contó con el apoyo incondicional de Carmen, aunque su corazón se partía en pedazos al no saber cuándo volvería a verlo frente a frente.
¡El mismo dolor, dos veces!
Los inicios de su hijo fuera de nuestras fronteras fueron duros, pero gracias a Dios encontró el respaldo de muchos venezolanos y entre todos se tendían la mano mutuamente. “Esa es una de las cosas que me mantiene medianamente tranquila, le está yendo bien eso es lo importante; porque no hay mayor satisfacción para una madre que ver a sus hijos cumplir sus ideales”.
El segundo batacazo lo recibió Carmencita cuando otro de sus hijos, Alexander, decidió irse también de Venezuela. “Fue difícil asimilarlo, primero Gabo y de pronto él, pero bueno, debía brindarle mi apoyo y mi bendición. Lo hice, en ambos casos, porque yo sé a quienes tengo, sé cómo los criamos, son excelentes seres humanos y estoy convencida de que van a lograr lo que se propongan”.
Entre sentidas lágrimas, de esas que le erizan la piel a más de un interlocutor, afirma: “No es fácil tener a mis hijos lejos, eso duele, porque extraño sus abrazos y sus besos. Me quedo por ahora con el alivio de saber de ellos a diario, gracias a las bondades que hoy nos brinda la tecnología, porque de lo contrario no sería soportable.
Un corazón dividido
Para esta noble y valiosa mujer cada Día de la Madre, cumpleaños, Navidad o reunión familiar es completamente distinta desde que sus chamos están a kilómetros de distancia.
A pesar de que aún uno de sus hijos, Enrique el mayor está acá en Los Teques, ella tiene su corazón dividido entre el anhelo de abrazar a Gabo y a Alexander, junto al alivio de conservar a uno cerquita, amén de la alegría que también le dan sus nietos que simplemente son la luz de sus ojos.
“Son muchas las veces que lloro, ellos me piden que no lo haga pero es que no entienden esto tan maluco que se siente en el pecho de tanto extrañarlos. Sin embargo siempre les digo que echen pa’ lante, que estoy orgullosa de ellos porque sé que mi esposo y yo lo hicimos bien. Confieso que siempre fui una gran admiradora de mi padre, porque era un gran hombre, excelente amigo y muy trabajador, responsable…en mis hijos veo reflejado, tras toda esta experiencia, a mi papá”.
Mensaje de aliento
Todos los días sus hijos están en sus oraciones, pide mucho a Dios para que continúen progresando, haciendo siempre el bien sin mirar a quien. Y precisamente allí radicó su mensaje para quienes como ella, son Madres de la Diáspora.
“Dios escribe derecho entre líneas torcidas. Aunque no lo entendamos, debemos estar agradecidas con Dios porque solo las madres sabemos lo que hay en el corazón de todos y cada uno de nuestros hijos; por ello debemos agradecer las oportunidades que ellos tienen y saber que sí están haciendo las cosas bien, que cuando tienen dudas o problemas siempre, a pesar de la distancia, recurren a una para aclarar sus caminos”.